Gradua2 ajustará su presupuesto después de captar sólo a uno de cada diez «ni-nis»

Gradua2 nació con la vista puesta en más de 2.000 jóvenes «descolgados» del sistema educativo, pero el análisis de la casuística redujo el universo potencial a poco más de 200 candidatos -tras «filtrar» a los derivados a Formación Profesional o la educación de adultos, más los procedentes de la formación diversificada que tienen «mal encaje» en este tipo de examen-. Con la aplicación de la Lomce en marcha , la Consejería sólo tenía dos convocatorias de margen para «recuperar» a aquellos alumnos que, cumpliendo los requisitos, decidieran coger este tren y aprovechar así las últimas convocatorias para titular antes de que lleguen las nuevas evaluaciones finales que impondrá la reforma, sin duda un reto mucho más complicado para quienes no logran aprobar el curso. El argumento a favor del programa es sencillo y viene «adornado» con un sinfín de ayudas para transporte, residencia y manutención en caso de ser necesarios. Ahora o nunca.

Pese a todo, sólo uno de cada diez aceptaron el reto en la primera edición. Veinte de los 22 interesados se matricularon finalmente en una iniciativa que en seis meses intensivos ha logrado que todos ellos consigan su título de Educación Secundaria Obligatoria y estén ya cursando otros estudios, tal y como se comprometieron al acceder a Gradua2 y sus beneficios. Pese a las cifras «raquíticas», la satisfacción por el desarrollo del programa es máxima. Nadie se ha quedado por el camino y todos han alcanzado la calificación de «aptos» para su nueva etapa . La respuesta de los alumnos ha sido la mejor recompensa. Además del apoyo académico se ha incidido en su orientación y en su mayor parte han optado por grados medios de FP o Bachillerato.

Los grupos reducidos han sido, y pretenden seguir siendo, un factor fundamental a la hora de trabajar con estos jóvenes, que cuentan con un profesor tutor en todo momento durante los seis meses de preparación y docentes de las correspondientes asignaturas a impartir. Aunque se prevé implantar grupos en todas las provincias, su puesta en marcha estará condicionada de nuevo a las matrículas que se formalicen a finales de año.

Así, en la edición de 2015 sólo se fijaron tres grupos, uno en Valladolid, con siete personas, y dos en Zamora (con seis y siete alumnos, respectivamente), donde se concentraron aquellos estudiantes que necesitaran desplazarse desde sus localidades de origen para aprovechar la residencia del IES Alfonso IX.

Este despliegue se enmarca en el Programa Operativo de Empleo Juvenil y está cofinanciado por el Fondo Social Europeo, lo que permitió un presupuesto inicial de 2,3 millones de euros. Sin embargo, la realidad ha redimensionado las necesidades reales, de tal forma que la próxima convocatoria «ajustará» las cantidades disponibles. No en vano, la primera hornada de ayudas contemplaba un presupuesto de 400.000 euros para becas que cubrirá «con creces» las solicitudes posibles.

La última oportunidad, que volverá a arrancar en enero de 2016, contará con menos dinero, aunque siempre será «suficiente». Los universos potenciales no cambiarán significativamente. Ahora se espera que la capacidad de atracción sí aumente; que sean más los jóvenes que apuesten por graduarse por esta vía. Desde la Consejería ya ha comenzado la captación «boca a boca» a partir de los propios centros escolares y en la web www.educa.jcyl.es también se destaca la oportunidad.