al pairo
Ahí empezó todo
Contrastan grande y gravemente las mentecateces e ignorantes salidas de tono de los Quichi, las Colau, los Tardá y los Toledo, entre otros varios indigentes intelectuales, a propósito del Día de la Hispanidad, con las calurosas y emocionadas declaraciones del alcalde de Miami, Tomás Pedro Regalado, al hollar por primera vez la tierra del hombre que escribiría la línea iniciática del futuro de aquella tierra: «Aquí empezó todo». No se puede decir más con menos. Y no sé si, por cierto, alguien le habrá hecho caer en la cuenta al mandamás americano de que su nombre, quizá por esos caprichos del destino, no puede ser más vallisoletano. Nada menos que de santo patrón.
La visita de Regalado a la pequeña localidad de Santervás de Campos, patria chica de Juan Ponce de León, pone punto y seguido a los actos de conmemoración del V Centenario del descubrimiento de La Florida. Una conmemoración que ha acercado y hermanado un pueblo de apenas un centenar de habitantes con un inmenso territorio poblado hoy por varios millones de personas.
Tal vez haya quien se pregunte qué hubiera sido de aquellas tierras, de haber seguido bajo el influjo español en lugar de haber caído en la órbita anglosajona. La respuesta la tienen en los Quichi, los Colau, los Tardá y los Toledo, entre otros muchos indigentes intelectuales. De haber sido así, nuestro eterno complejo hispánico, tan acendrado en estos pobres peleles (palabra bien vallisoletana también), hubiera terminado transformando una vez más lo que fue una conquista al uso, en los tiempos en que se produjo, en un supuesto genocidio y una masacre.
Afortunadamente, a los norteamericanos nunca les ha pesado la conquista británica y de ahí que hayan sabido aprovechar el constante y recíproco influjo transatlántico. Pero los españoles para eso hemos sido siempre menos vivos, y nos venimos creyendo, con escrupulosa docilidad, las diversas leyendas negras desde hace cinco siglos. ¡Y ahí empezó todo!