el callejón del gato
Mapa de titulaciones
Uno de los temas prioritarios de la Consejería de Educación es establecer el mapa de titulaciones en las nueve universidades de Castilla y León, para ofertar títulos sin las duplicidades existentes que se traducen en ratios alumno-profesor muy bajas, desajustes de profesorado, calidad formativa deficiente y dispendio del gasto. El tema no es nuevo. Colea de la legislatura pasada, en la que no se movió ficha, pese a los repetidos anuncios, seguidos de dilaciones. El tema es delicado pero el campo universitario se encharcará más si no se afronta con valentía.
Sin estar urgido por la oposición, en la comparecencia en Cortes faltó la réplica del parlamentario socialista y profesor de la Usal, Fernando de Pablos, Rey optó por lo cómodo. En sus primeras declaraciones habló de la autonomía universitaria para establecer titulaciones y fue la nueva rectora de la Pontificia la que le recordó que reordenar el mapa universitario requiere una decisión política. Se comprende que al nuevo titular de Educación le cueste cambiar el chip, de próximo y crítico con la política educativa del PP a garante de la misma, pero por suerte se aprecian cambios y es de esperar que en breve se adentre en temas de calado en una Consejería necesitada de renovación. Rey en las inauguraciones de curso en las universidades de Salamanca y Burgos ya ha modificado el discurso. El mapa universitario, ha reconocido, va con él. Aunque sea complicado, no queda al albur de la autonomía universitaria. Ésta es inherente a la universidad, como lo es al político proponer, pactar o crear marcos de negociación, crecimiento y mejora: dialogar y gobernar; en dos palabras, no ser un mero gestor y ordenador del tráfico, y pisar charcos si es necesario.