ganadería

La marcha Blanca ya camina hacia Madrid

Llegarán al Ministerio de Agricultura el 4 de septiembre con el objetivo de fijar un precio «digno»

La marcha Blanca ya camina hacia Madrid ical

rosa álvarez

Conscientes de que el sector vive uno de sus momentos más críticos y ahogados por unos costes de producción que no llegan a cubrirse con los precios de venta, los ganaderos de leche han dicho basta . Reclaman soluciones urgentes que eviten la desaparición de más explotaciones y que permitan vivir de forma digna a los que con su trabajo sacan adelante las existentes y, según advierten, no pararán hasta conseguirlo. La «Marcha Blanca», que hoy recorre la segunda etapa de 17 kilómetros entre Mansilla de las Mulas hasta Mayorga , contó con la presencia del secretario general de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández ; el secretario general del PSOE de León y procurador en las Cortes, Celestino Rodríguez ; el procurador de UPL en las Cortes, Luis Mariano Santos ; el vicepresidente de la Diputación de León, Francisco Castañón o el concejal en el Ayuntamiento de León, Santiago Ordóñez , entre otros. Los ganaderos que caminarán hacia Madrid no serán siempre los mismos, sino que irán rotando ya que no pueden arriesgarse a descuidar sus explotaciones.

Movidos por este objetivo y bajo el lema «Nuestro futuro es la leche» , un centenar de ganaderos se concentraron ayer en la plaza de Botines de León, donde a las 10.30 horas estaba prevista la salida de la primera etapa de la llamada «Marcha Blanca» que, dividida en 12 tramos de entre 12 y 20 kilómetros cada uno de ellos, llevará a un nutrido grupo de ellos hasta las puertas del Ministerio de Agricultura el próximo 4 de septiembre.

Ataviados con camisetas blancas en las que se podía leer el eslogan, los participantes explicaron su «dramática» situación antes de partir rumbo a Mansilla de las Mulas, donde concluyó el recorrido previsto para esa jornada. «Pedimos seguridad y estabilidad para el sector y un precio digno para la leche» , advirtieron, al tiempo que pusieron de manifiesto que, de seguir así, se verán obligados al cierre por no poder asumir más pérdidas. Lejos de resignarse, los ganaderos se mostraron dispuestos a pasar a la acción, a alzar su voz y a lanzar una llamada de socorro a quien pueda poner remedio a una serie de circunstancias que han puesto su medio de vida en la cuerda floja.

Para los representantes de los sindicatos que respaldaron esta medida de protesta está en juego el sustento de muchas familias de la Comunidad y es el Gobierno central quien debe tomar cartas en el asunto y, como en el caso de Francia, facilitar un acuerdo entre las partes que intervienen en el proceso productivo que garantice la rentabilidad. El coordinador de UCCL en Castilla y León, Jesús Manuel González Palacín , insistió en la necesidad de fijar un precio mínimo de venta, así como de alcanzar un compromiso para el impulso de un sector que en los últimos años ha sufrido una «desestructuración enorme», pasando de las 65.000 explotaciones que se contabilizaban en 1986 a las 1.400 de hoy en día. Del mismo modo, requirió una «apuesta política fuerte» que ponga freno a una realidad que resulta «insostenible» para los ganaderos que, según sus cálculos, podrían estar perdiendo hasta unos 2.000 euros mensuales por explotación.

También el secretario general de Ugal-UPA, Matías Llorente , advirtió de que «hay suficientes argumentos para mantener viva y productiva una actividad que se está viendo machacada». En la misma línea se pronunció el presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, para quien resulta clave fijar un precio «digno» para la venta de leche; la existencia de un etiquetado que sirva para comprobar la que se produce en la Comunidad y en España y que se fijen unas ayudas a la producción que puedan servir para dar empuje al sector.

Refiriéndose a este último punto, el de las subvenciones, los participantes en la «Marcha Blanca» valoraron la última propuesta del Ejecutivo, consistente en conceder una ayuda de 300 euros por cada vaca en el caso de que la explotación no sea rentable. En su opinión, esta medida no es más que un «parche» que no servirá para solucionar el fondo del problema. Un precio «justo» para la leche y que se garantice su venta es para ellos mucho más importante que cualquier ayuda que, pese a ser «bienvenida», consideran que no vendrá más que a cubrir de forma puntual una situación que, si no se arregla, seguirá siendo fatal para los ganaderos. Además, destacan que aún no se conoce la «letra pequeña» es decir, el desarrollo de la medida. Así, Dujo apuntó, por ejemplo, que lo que no se quiere es que sirva «como ayuda que recibe el ganadero y va a manos de la industria», porque «demasiado poco está pagando la industria y demasiado mucho está apretando la distribución».

La marcha Blanca ya camina hacia Madrid

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación