SOCIEDAD
La operación de tráfico estival se cobra un 33% más de víctimas que en 2014
Un niño de doce años herido este domingo en León se suma a la lista de fallecidos
Verano trágico en las carreteras de Castilla y León. La operación especial de tráfico que el pasado 1 de julio arrancó cargada de viajes, planes y desconexiones ha frenado en seco para 28 personas desde entonces. 28 vidas consumidas por el asfalto a medio camino de la campaña estival, cuya última víctima es un niño de origen portugués de sólo doce años que falleció este domingo tras sufrir un accidente con su familia en la provincia de León. En concreto, en una salida de vía en B ercianos del Real Camino de un turismo que acabó colisionando con la mediana y volcando. Su nombre se une en este dramático inicio de mes de agosto al de otros tres compatriotas menores de edad, los hermanos lusos que perecieron el sábado en Muelas del Pan (Zamora) , después de que el monovolúmen en el que viajaban con su padre y una niña amiga de la familia chocara con un camión.
De esta forma, entre el 1 de julio y el 2 de agosto -en 34 días- 28 personas fallecieron en accidentes de tráfico en Castilla y León. Se trata de un demoledor balance que concentra en poco más de un mes el 35 por ciento de las víctimas que han dejado su vida en la carretera en este 2015 y que se hace especialmente duro cuando las cuatro últimas no pudieron siquiera cumplir ni los trece años.
La cifra es estremecedoramente elevada sea cual sea la comparativa, pero si se toma como referencia el pasado 2014, el número de víctimas se torna aún más dramático. Las personas fallecidas en siniestros viarios en lo que llevamos de la operación de verano han aumentado en un 33 por ciento -siete personas-. Unos datos de incremento de la siniestralidad que se trasladan al conjunto del ejercicio. En este 2015, son ya 79 las personas cuyo nombre quedó para siempre grabado en la carretera, frente a las nada menos que 67 que a estas alturas de ejercicio habían tenido el mismo fatal desenlace hace doce meses, según datos de la Dirección General de Tráfico, que sitúan a Castilla y León como la segunda comunidad donde más se incrementó la siniestralidad por detrás del País Vasco.
En total fueron 63 los accidentes mortales, un diez por ciento más, los registrados en lo que va de año en Castilla y León, donde también se ve incrementado el número de heridos, sobre todo en el caso de aquellos graves. Una suma de 32 entre enero y agosto, que implican un 52% más que un año atrás. A ellos se suman, los de carácter leve, que también se incrementan en un 37 por ciento, con nueve personas que tuvieron que necesitar un asistencia sanitaria en este estado tras un accidente de tráfico.
Un estado, herido, en el que continúa el padre de los tres hermanos portugueses fallecidos este sábado en la N-122 en Zamora a unos kilómetros de donde se registraron cuatro de las primeras víctimas mortales del año. El progenitor evoluciona favorablemente, mientras que la otra superviviente del siniestro, una menor amiga de la familia que sufrió heridas leves, ya ha sido dada de alta.
Varios motoristas
Llama la atención como en este periodo son varios los motoristas muertos en la carretera. En sólo una quincena del mes de julio cuatro personas fallecieron cuando circulaban sobre dos ruedas por vías interurbanas de Castilla y León.
Por provincias, Valladolid, Burgos y León son las que más víctimas mortales concentran, con trece muertos en cada caso; seguida de cerca por Ávila, con doce y Zamora con once.
Desde hoy, la Dirección General de Tráfico y la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid intensificarán la vigilancia del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil y la distracción en las carreteras interurbanas de la provincia, sobre todo en carreteras convencionales. Y es que sólo en el primer trimestre del año las distracciones y la somnolencia al volante se cobraron 20 vidas en Castilla y León y causaron heridas de gravedad a otras trece.
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