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Con la vista puesta en el mar

La comarca burgalesa tiene sus ojos puestos en Pancorbo, cuya infraestructura ferroviaria servirá como punto de concentración para las mercancías

Con la vista puesta en el mar ical

mar gonzález

En la España del siglo XXI, una comarca rural como la Bureba en la provincia de Burgos hace mucho que dejó de depender del medio agrario. El sector servicios, con un importante auge del turismo, aglutina el 43% de la actividad económica y la industria un 32%, la mayoría diseminado en medianas y pequeñas empresas. Así es la radiografía de una comarca que ha perdido desde 2008 un 5% de la población , especialmente en edad laboral y que lucha por crear puestos de trabajo para invertir esta tendencia.

Para conseguirlo, mejorar la calidad de vida, fomentar el crecimiento empresarial, apostar por el turismo y la conectividad son las claves del Plan Estratégico 2015-2020 desarrollado por la Asociación para el Desarrollo de la Comarca de la Bureba (ADECO) cuyo gerente, Miguel Ángel Petit , señala que la crisis llegó a esta zona «más tarde y, según parece, la recuperación también lo hará».

Para ello, todos los ojos están puestos en el proyecto del Puerto Seco de Bilbao en Pancorbo que acumula años de retrasos pero que parece que será una realidad. Estra infraestructura ferroviaria servirá como punto de concentración de mercancías procedentes de la meseta y actuará como una Terminal Logística Ferroportuaria. De esta manera, a través de la conexión Bilbao-Pancorbo-Madrid, las mercancías se enviarán en trenes lanzaderas desde el nuevo apartadero al Puerto de Bilbao. El proyecto incluye la conexión con la Red Ferroviaria de Interés General y la construcción de una terminal. Por eso Petit, además de valorar las posibilidades de futuro que este puerto seco abrirá a la comarca, destaca la generación de empleo vinculado a su contrucción y puesta en funcionamiento.

Desde 2008 se ha perdido población a la vez que s e han cerrado algunas de las empresas más grandes y las medianas han ido a la baja en número de trabajadores. Entre las excepciones se encuentra la firma de moda masculina, Antonaga o la creación de pymes vinculadas a la transformación de alimentos o el turismo que son precisamente dos de los ejes del Plan Estratégico.

Petit recuerda que en el año 2002 apenas había cuatro alojamientos de turismo rural en la comarca y, en la actualidad, rondan los 35 una cifra que, según el plan estratégico, todavía es «escasa» especialmente en zonas como las Caderechas donde se detecta «un claro déficit».

El sector servicios supone el 43% de la actividad económica e incluso ha crecido un 8% en el periodo de crisis y para el gerente de ADECO es una de las claves de futuro. Así lo recoge el plan estrategíco donde se considera esta línea como una de las grandes «potencialidades» de una zona, con una buena posición geoestratégica, y donde se planten acciones concretas de dinamización como la posibilidad de un parque temático entorno a la figura del Cid.

También se plantea el turismo vinculado a la gastronomía y, en esta línea, se apuesta por la promoción de la cultura ecológica vinculada a la vida en el mundo rural y a la pequeña industria agroalimentaria a través del fomento de la I+D+I en este sector. En este sentido, el objetivo es potenciar la transformación de los productos agroalimentarios de la zona como vía para la dinamización de la económica local.

Petit señala que, aunque todo el mundo identifica el medio rural con la agricultura , en la Bureba este sector solo representa un 14% de la actividad pero, en su opinión, tiene grandes potencialidades en la transformación que servirá para vender más, crear valor añadido y puestos de trabajo en la zona.

En este sentido, además de otros productos, los ojos están puestos en el Valle de las Caderechas que ya ha conseguido la Marca de Calidad y trabaja para conseguir la Indicación Geográfica Protegida para la cereza y la manzana. En su propia web se presentan como un un sello de calidad «pequeño pero en constante crecimiento» y que mantiene una fuerte apuesta por la producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente, en una zona natural privilegiada y dotada de un microclima muy especial. Desde 2004 los envasadores y productores de cereza y manzana del valle certifican su producto y lo etiquetan para que lo puedas identificar en el mercado.

Transformación agroalimentaria

Miguel Ángel Petit considera que la transformación agroalimentaria, aunque sea en pequeñas empresas, al final suman puestos de trabajo que están muy vinculados a la tierra, en este caso en el sentido literal de la expresión, por lo que son más estables y es más difícil su deslocalización.

Ese valor añadido es lo que se busca también para las empresas que puedan ubicarse en los tres polígonos de la Bureba y los entornos industriales de algunos de sus municipios donde, según el plan estratégico, existe suelo disponible pero habría que mejorar su gestión para atraer nuevos proyectos que generen puestos de trabajo. La industria representa un 32% de la economía de la comarca y la construcción un 10%, aunque como en el resto del país ha caído un 10% durante la crisis.

Con todas estas actuaciones en marcha y a la espera de los fondos que las administraciones nacional y regional aporten para el desarrollo del plan, Petit confía en que este año 2015 marque un pundo de inflexión en la salida de la crisis en la comarca de la Bureba donde se contabilizan menos de 1.600 parados de una población activa de 13.312 . Cifras que para el gerente de ADECO son «complejas» en una comarca diseminada en 79 municipios y 218 núcleos de población en muchos de los cuales no hay ningún empleo pero tampoco nadie que se de de alta en el INEM.

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