sucesos

Una vallisoletana de 18 años fallece en Gandía tras resbalar al saltar a una terraza

La joven se precipitó al vacío desde un piso 14 al intentar entrar al ático por el balcón después de haberse olvidado las llaves en el interior

Una vallisoletana de 18 años fallece en Gandía tras resbalar al saltar a una terraza efe

i. jimeno / zoa sanz

Unos días felices y divertidos de sol, playa y fiesta que acabaron ayer de la peor manera posible, con María Lamadrid Arconada , una joven de 18 años, muerta sobre la valla de hierro que perimetra el edificio Infante , en el número 65 del paseo de Neptuno, en la costera localidad de Gandía. El día comenzó de forma amarga, al parecer por un «accidente», al precipitarse al vacío desde un piso 14 . La fatalidad se cruzó en la vida de esta joven vallisoletana, definida por quienes la conocían como «muy responsable», después de una noche de juerga. Había sido la última que el grupo de cinco amigas pasaba junto al mar Mediterráneo y la tragedia formará parte ya para siempre de sus vidas.

En torno a las 7.30 horas, María regresaba al apartamento, en primera línea de playa, junto a otra de las jóvenes del grupo. Al llegar, saludaron al portero y emprendieron la subida en ascensor hasta el piso 14, el último del edificio vacacional, uno de los más altos al borde de la arena de Gandía . Pero una vez allí se dieron cuenta de que no tenían las llaves para poder entrar en el ático. Entonces, se percataron de que desde el corredor comunitario la terraza del apartamento en el que habían pasado los últimos siete días no estaba lejos.

Así que, según los primeros datos obtenidos, la víctima decidió intentarlo y tratar de entrar en casa a través del balcón. Pero, al parecer, la joven resbaló y se precipitó al vacío desde el piso 14. Más de 40 metros de caída libre hasta que impactó con su cuerpo sobre la valla de hierro de la terraza de la planta baja que perimetra el edificio. El estado en que quedó la verja, totalmente doblada, da muestra de la brutalidad del impacto. María murió en el acto.

Fue un «accidente». Parece que «no valoró los riesgos» , aseguraron a ABC desde la Policía Nacional, que ha iniciado la investigación para dilucidar todos los detalles de lo ocurrido.

La familia de la joven -con lazos en la localidad de Viana de Cega -, que había cursado Segundo de Bachillerato en el colegio San José de la capital vallisoletana, se desplazó ayer mismo hasta Gandía. Nada más ocurrir, los agentes se pusieron en contacto con ellos.

No parecía ebria

La portera del edificio, Ana María, fue una de las primeras en ver lo ocurrido. Tan sólo unos minutos antes había saludado en el portal a la joven vallisoletana cuando escuchó «un golpe muy fuerte» . En un primer momento pensó que podría tratarse de la caída de un mueble, pero al asomarse al lugar del que procedía el ruido vio con asombro, incredulidad y dolor el cuerpo de la chica tendido sobre la barandilla. Según declaró, la joven no parecía ebria cuando llegó poco antes al edificio junto a una amiga. Inmediatamente llamó al 112, al igual que otros vecinos sobresaltados por el sonido e impactados al ver el cuerpo de la joven desplomado y sobre un charco de sangre. Pero en el lugar, al que además de una ambulancia, se desplazaron agentes de la Policía Nacional y Local, los facultativos sólo pudieron certificar su muerte.

María formaba parte del grupo de cinco chicas que justo una semana antes, el 23 de junio, había emprendido viaje de vacaciones a Gandía. Ayer era su último día, el de regreso a Valladolid. Una foto del quinteto subida a las redes sociales cuando se dirigían a bordo de un tren hacia Levante mostraba su ilusión por esos días de playa, sol y fiesta, en los que llevaban pesando tiempo tras un año duro de estudios, con la Selectividad en el camino de varias, aunque ella tenía alguna asignatura pendiente para septiembre. Varios comentarios más en este tiempo de vacaciones prueban que estaban siendo unas buenas jornadas a pie de playa. «Mas que nada en el mundo», el último post subido por la propia María este martes, 30 de junio, a su perfil antes de que la tragedia se cruzase en su camino.

«Impensable»

Regresaba ya entrado el día, junto a una amiga, al apartamento alquilado. Al parecer, según fuentes oficiales, las otras tres compañeras ya habían vuelto , por lo que debían estar en el interior en el momento del trágico desenlace. Al parecer, no oyeron el timbre.

La noticia impactó ayer en una localidad de vacaciones y que atrae a muchos jóvenes como Gandía. «Un cuerpo tapado con sábanas, mucha gente, policía y ambulancia» es lo que encontró Casimira, empleada de una panadería cercana, cuando entraba a trabajar en torno a las 8.30. «¡Qué le puedo pasar por la cabeza para saltar!», exclamaban ayer los vecinos intentado entender algo «incomprensible».

Destrozado, el responsable de la inmobiliaria que les alquiló el ático dijo ayer a Las Provincias que les dio dos juegos de llaves y «cuando vinieron aquí les dije que tuvieran cuidado a la hora de asomarse al balcón». «Ha sido horrible lo que ha ocurrido» , señaló.

Una vallisoletana de 18 años fallece en Gandía tras resbalar al saltar a una terraza

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