turismo rural
El sector recibe el verano con el 80% de los alojamientos adaptados a la nueva norma
Alcaltur insiste en que lo importante es la calidad de los que queden cuando se termine el plazo en diciembre
![El sector recibe el verano con el 80% de los alojamientos adaptados a la nueva norma](https://s2.abcstatics.com/Media/201506/29/casa-pepa-leon--644x362.jpg)
Si continúa la tendencia del primer cuatrimestre, en el verano volverán a registrarse cifras récord de llegada de turistas -sólo los viajeros internacionales crecieron más de un 11 por ciento respecto al mismo periodo de 2014-, oportunidad que no quieren perder los empresarios de turismo rural. En estos primeros seis meses del año han pisado el acelerador de las reformas para recibir la época vacacional con sus establecimientos adecuados al nuevo Decreto de Turismo Rural , a pesar de que la Junta de Castilla y León amplió el plazo de para que estos alojamientos pudieran adaptarse a la nueva normativa hasta el próximo 21 de diciembre.
Así, más de 3.000 establecimientos de turismo rural, de los 4.077 que operan actualmente en Castilla y León, es decir, entre 75 y 80 por ciento según los datos aportados por la Consejería de Cultura y Turismo , ya funcionan con todos los cambios derivados del reciente decreto, en virtud del cual la Junta instauraba la catalogación en figuras de Casa Rural, Hotel Rural y Posada, categorizando cada una de ellas en cinco niveles en función de sus instalaciones, equipamientos y servicios identificados con estrellas verdes.
«Se ha conseguido bastante», reconoce el presidente de la Federación de Asociaciones Castellano y Leonesas de Turismo Rural (Acaltur), Luis Chico , aunque insiste que para la organización que preside no es tan importante el número de los establecimientos que se ajusten al actual decreto como la calidad de aquellos que queden cuando termine el plazo.
Internacionalización
En este sentido, el responsable de Acaltur recuerda que con la nueva normativa se persigue tanto mejorar la «comercialización e internacionalización» de sus casas, posadas y hoteles como «marcar un estándar de calidad que permita a los clientes conocer qué es lo que se van a encontrar detrás de cada uno de estos establecimientos».
Ningún alojamiento estará adecuado a la nueva normativa si antes no ha pasado por la evaluación de un inspector. Los pasos son sencillos, apunta Chico. Primero, el empresario se hará una autoevaluación siguiendo los criterios recogidos en el decreto. Entre ellos, el acceso al alojamiento, los equipamientos del exterior e interior, la atención, el dominio de idiomas, la eficiencia energética y el tratamiento de los residuos, la seguridad y la accesibilidad. El propietario deberá entregar esa documentación en su delegación territorial y, a partir de entonces, un inspector visitará el establecimiento para ver si su evaluación coincide con la que hizo el empresario. «En mi caso -cuenta Luis Chico, que es propietario de un alojamiento en el municipio vallisoletano de Benafarces - era una casa rural de alquiler compartido y la he transformado en un hotel rural». Una vez que el inspector hace su propio examen, si coincide, inmediatamente autorizará al propietario a poner una placa con el número de estrellas que le corresponden y si no es así, le da un periodo de mes y medio para subsanar las deficiencias que haya encontrado.
Uno de los principales cambios que ha supuesto el nuevo decre to es la eliminación de los llamados Centros de Turismo Rural, ya recogidos en la Ley de Turismo de 2010. Estos establecimientos dispusieron de un año para convertirse en hoteles rurales, figura más acorde con la actual demanda, o en el caso de que cumplieran más requisitos, una posada o casa rural. Pero además de la supresión de estos alojamientos, la otra mayor modificación que recoge la normativa aprobada en noviembre de 2013 corresponde a las casas rurales, que deberán ser de alquiler completo, excluyendo el alquiler por habitaciones independientes. Así, se ha conseguido un único régimen de explotación en este ámbito. No obstante, las casas rurales de alojamiento compartido que todavía existen podrán seguir con la actividad hasta el cese del negocio. Por lo general, apunta Chico, la mayoría de casas rurales que querían adaptarse a la nueva norma se han convertido en hoteles rurales.
Una de las razones por las que se amplió el plazo de adaptación, que en principio concluía la pasada primavera, se debe a que el Gobierno abrió una línea de ayudas para quienes estuvieran interesados en realizar obras de adecuación para optar a un rango de clasificación superior. Sin conocer aún los datos definitivos -se publicaron en marzo y aún están en el periodo establecido para su resolución-, Luis Chico considera que «están llegando a bastantes», por lo que, a su juicio, «está sirviendo para ayudar a un sector motor e importante en el producto interior bruto»; no en vano, el turismo representa más del 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad.
Cinco categorías
Hechos los deberes, el nuevo sistema establece cinco categorías dentro de cada tipo de establecimiento, que estarán representadas por estrellas verdes de ocho puntas, lo que garantiza una identificación análoga respecto al resto de alojamientos del sector. Tan importante como el equipamiento, Luis Chico explica que uno de los requisitos que se está teniendo muy en cuenta en la nueva categorización es el tema de la atención al cliente, el manejo de idiomas y la incorporación de nuevas tecnologías, así como el conocimiento del entorno. Asimismo, la nueva normativa hace hincapié en la gestión de calidad y valora la incorporación en los alojamientos de un buzón de quejas y sugerencias, algo con lo que se muestra crítico el máximo responsable de Acaltur, quien recuerda que los empresarios cuentan ya con portales como Tripadvisor para conocer las opiniones de sus clientes: «Hay un poco de desconocimiento por parte de la Administración en algunos conceptos que esperemos que con el tiempo puedan mejorarse». Pronto podrán también conocer la opinión de sus inquilinos a través de la nueva central de reservas, que acaba de echar andar este mes de junio.
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