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El nuevo «estilo» del hemiciclo
El primer pleno de las Cortes se convirtió en una sesión variopinta en promesas, juramentos e indumentarias y con la incógnita sobre Herrera en el ambiente
La sesión constitutiva de las Cortes autonómicas fue un avance de lo que, sin duda, va a ser esta IX Legislatura, donde la variedad política y de estilos, los colores, las sorpresas y, por qué no, las emociones, estarán a la orden del día. De momento, la intriga la puso durante toda la sesión el presidente en funciones de la Junta, Juan Vicente Herrera, cuyo futuro más inmediato sigue siendo una incógnita. Tampoco ayer quiso dar pistas, (demasiada gente al acecho), así que optó por alejarse de los focos tan pronto como pudo. una vez concluida la sesión. Antes, la expectación estaba en muchas de las personas que llenaban las tribunas al ver a los procuradores jurar su cargo. Hubo, incluso, aplausos y ovaciones cuando los dos primeros representantes de Podemos emplearon su propia fórmula y prometieron su cargo «para poner las instituciones al servicio de la gente», lo que obligó a la recién estrenada presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, a exigir silencio y respeto a la institución y dejó así claro desde el primer momento que no va a permitir ninguna salida de tono. Los diez procuradores del grupo morado tampoco quisieron recoger la medalla de las Cortes por considerar que su coste era un «despilfarro».
No fueron los únicos que cambiaron el habitual «juro», que emplearon los parlamentarios del PP y los de Ciudadanos o el «prometo», que eligieron los socialistas, ya que el único representante de Izquierda Unida, José Sarrión, se despachó con un «prometo por los valores republicanos, ilustrados y del movimiento obrero», que levantó una oleada de rumores entre los asistentes, mientras que el representante de la Unión del Pueblo Leonés, Luis Mariano Santos, juró «por la autonomía del Reino de León». El toque de humor lo puso el alcalde de Guardo, Jesús Blanco, del PP, que decidió jurar y prometer al mismo tiempo.
Lo cierto es que la savia nueva, en forma de un hemiciclo más plural y variopinto, también se tradujo en nuevas indumentarias, mucho menos protocolarias, con la zapatillas deportivas como uniforme obligado entre los procuradores de Podemos, que también desecharon definitivamente la corbata, no así la chaqueta, como hizo su portavoz, Pablo Fernández.
La sesión tuvo también mucho de amarillo, entendido como el color que mejor define al campo castellano y leonés que estos días se lanza a por una nueva cosecha. La nueva presidenta del Parlamento autonómico -eligió para la ocasión un favorecedor vestido de color azul intenso- consiguió que el sector agrario estuviese especialmente presente en la sesión, en una especie de homenaje de quienes durante los últimos ocho años han sido sus interlocutores más directos como consejera de Agricultura y Ganadería, cuyo equipo al completo, con la viceconsejera María Jesús Pascual a la cabeza, ocupó la tribuna del hemiciclo. Allí estuvieron también los responsables de las organizaciones agrarias: Donaciano Dujo (Asaja), Julio López y Aurelio González (UPA), Aurelio Pérez (COAG) y José Manuel González-Palacín (UCCL). La nota más tierna la puso el hijo de Clemente, Rafael, que siguió toda la sesión desde la tribuna acompañado por su padre, Javier Meléndez, aunque para ello pasaron por las manos del pequeño varios móviles, incluido el del delegado del Gobierno, Juan Carlos Álvarez-Quiñones, que se empleó a fondo en descargar juegos. Por cierto que la invitada más pequeña, Paula de la Hoz, con tan sólo tres semanas, siguió estoicamente la sesión desde su capazo sin emitir un solo llanto.