el callejón del gato
Tribulaciones de Tudanca
Sacar pecho cuando el PSOE ha perdido dos millones de votantes desde 2007, casi setecientos mil bajo el mandato de Pedro Sánchez, no achacables al efecto Zapatero, produce el sonrojo propio y el estupor ajeno. Pero anda entretenido en formar gobiernos, aunque sin darse cuenta de los ninguneos de otras fuerzas de izquierda en algunas CCAA y muchos ayuntamientos. Tudanca ha obtenido malos resultados, superó el récord que ostentaba Quijano desde 1995 en las Cortes, bajando en dos procuradores (de 27 a 25) y se ha dejado por el camino 75.000 votantes en la Comunidad, ya sin Óscar López, y 60.000 en las municipales: un fracaso. Además el mapa postelectoral quedó fijado y no le permite los fuegos artificiales de Sánchez, aunque le satisfagan las alcaldía de Soria y Segovia (algún día el PP organizará el partido en esas provincias) y la de Valladolid, donde con Saravia, tan buen profesional como poco político, puede estar tranquilo.
Lo penoso para el PSCL de Tudanca no son los malos resultados, sino la actitud demostrada en las semanas postelectorales. Continua en campaña, dando titulares intrascendentes para los castellano y leoneses y los militantes de su formación. Entre tanto, no existe asomo de autocrítica, ni parece hábil en el manejo de los entresijos de un partido muy complicado, donde la secretaria de (des)Organización, Ana Sánchez, no es eficaz. El partido se le deshace: lo ocurrido en Zamora la pasada semana, la crisis de Ávila sin cerrar y los frentes de otras provincias requieren dedicación, prestigio y saber. Además, continúa sin conectar con la sociedad real y sin conocer la Comunidad. Sigue instalado en los eslóganes electorales, por lo que resultará interesante su discurso durante la investidura.