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Justo homenaje hagiográfico y científico
A las múltiples y diversas aportaciones bibliográficas sobre Teresa de Jesús en el V Centenario de su nacimiento se suma la reedición de la biografía de Tomás de Jesús Sánchez Dávila y Diego de Yepes en edición crítica del carmelita albense Manuel Diego
Dentro de los diversos fastos y celebraciones con motivo del centenario del nacimiento de Santa Teresa, surgen diversas novedades bibliográficas, felizmente de variada condición. Piénsese, a título de ejemplo, en aportaciones femeninas como las de Olvido García Valdés, Espido Freire o Cristina Morales. Sin olvidar versiones narrativas como las de Jesús García Adalid o Fernando Delgado.
No faltan estudios novedosos también en el campo de la investigación, como es el caso de la obra de Rosa María Alabrús y Ricardo García Cárcel Teresa de Jesús. A esta abrumadora recuperación bibliográfica se suma la reedición de la biografía de Tomás de Jesús Sánchez Dávila y de Diego de Yepes. Se trata de la segunda biografía teresiana después de la de Francisco de Ribera, aparecida en 1590 en Salamanca.
Aportaciones
La edición crítica debida al carmelita albense Manuel Diego, autor de una monumental Bibliografía sistemática de Santa Teresa de Jesús (2008) integrada por 12.647 entradas, es un buen aval científico en este campo de investigación. En la presente edición Manuel Diego se plantea el rescate y búsqueda de claves de esta segunda biografía teresiana, publicada en Zaragoza en 1606. De su rigor dan idea esas más de mil notas y las cuarenta páginas de índices temáticos.
El objetivo de Manuel Diego es desbrozar el entramado de todos los aspectos de esta biografía de Jesús Sánchez Dávila, la primera que tuvo acceso a datos históricos y testimonios contemporáneos de la Santa, es decir, a los procesos de beatificación. A todo ello hay que añadir otra aportación novedosa: la aclaración de la doble autoría de la obra. Manuel Diego zanja la cuestión: Tomás de Jesús es el verdadero autor de la biografía, cuyas aportaciones le supusieron serios problemas, teniendo que abandonar España a raíz de la publicación. El hecho de que en portada apareciera el nombre de Diego de Yepes (obispo de Tarazona, confesor de la Santa y de Felipe II) se explica por su gran proyección social, lo que facilitaría la distribución de la obra.
Con todo, las observaciones históricas, el análisis del texto y el minucioso aparato crítico le sirven a Manuel Diego de prueba irrefutable. En las notas el lector hallará la clave de cuestiones complejas, de difícil localización, como es el caso de la identificación de los testigos que participan en la beatificación. Todo ello se complementa con cuarenta páginas de índices: (bíblico, teresiano, onomástico, geográfico y de materias) que facilitan la comprensión de aspectos poco familiares para el lector e incluso, para muchos investigadores. Se consuma así un trabajo deslumbrante, sólo al alcance de eruditos que han hecho de la investigación teresiana uno de sus objetivos profesionales.