El bipartidismo cede 300.000 votos y su peso se reduce ya al 53 por ciento

Aunque el bipartidismo no se ha llegado a romper en Castilla y León con el triunfo claro del PP y la segunda plaza, pese a un nuevo bajón, del Partido Socialista, lo cierto es que ambas formaciones perdieron el 24 de mayo un global de más de 300.000 votos -casi 230.000 los populares por 75.000 del PSCL- que deja «tocados» a los dos partidos tradicionales. Y es que si hace cuatro años recibieron un total de 1.162.000 votos ahora este masivo respaldo se ha reducido hasta los 862.000 sufragios en lo que supone la cifra más baja de toda la Democracia. Estos datos suponen que en las pasadas elecciones PP y PSOE tenían un apoyo ciudadano del 80,81 por ciento de los votos que se ha reducido en cuatro años a apenas el 53,72 por ciento de los casi 1,4 millones de votantes que hubo el domingo. El descenso de casi 27 puntos se eleva hasta los 33 si se comparan con los datos registrados en 2007 en una trayectoria descendente que es difícil pronosticar si parará en próximos comicios.

Estas cifras sitúan a Castilla y León en la zona media de un hipotético «ranking» de bipartidismo por autonomías, muy alejado de Extremadura (78,52 por ciento), Castilla-La Mancha (73,62), La Rioja (68,06), Murcia (61,35) e incluso la Comunidad de Madrid (58,54), debido especialmente al poco peso socialista en la región (25,95 por ciento). De hecho, el 37,77 por ciento de votos cosechado por Juan Vicente Herrera y los suyos sí serían el segundo mejor dato del PP por comunidades, sólo por detrás de La Rioja. En cambio, los de Luis Tudanca obtuvieron peores datos porcentuales que sus «compañeros» de Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura y La Rioja.

Si el análisis se realiza en las municipales, el bipartido tampoco tiene mucho de lo que presumir. Populares y socialistas han perdido mucho peso en todas las capitales y sólo en Soria se logró una mayoría absoluta que hace cuatro años se daba en ocho de las nueve capitales de provincia de la Comunidad.

Además, Burgos y Zamora son las únicas que mantienen el mismo números de partidos en sus ayuntamientos que hace cuatro años con la «novedad» de que en la primera Imagina Burgos -la marca «blanca» de Podemos- casi se come al PSOE y que en la capital zamorana Izquierda Unida les adelanta con claridad y casi con toda seguridad gobernará con el apoyo de los de la «rosa» pese a la victoria sin «premio» del Partido Popular.

En las nueve -y también en Ponferrada- la caída de los «grandes» partidos ha ido en consonancia, lógicamente, al apoyo que han recibido los «emergentes» y las plataformas locales de ciudadanos. Salvo de nuevo en Soria, donde el tirón del socialista Carlos Martínez hace que los votos a los tradicionales sólo se reduzca del 82 al 74 por ciento, en el resto el descenso va desde los quince puntos que se pierden en Segovia hasta los 21 que ceden en Zamora. Es en ésta última, junto a Ávila, Burgos y la capital del Bierzo, donde el porcentaje de votos recibido por PP y PSOE se sitúa incluso por debajo del 53,72 por ciento de media registrado en las autonómicas. En la «cola», claramente Ponferrada donde, tras los escándalos de la pasada legislatura -escisiones, mociones de censuras, pactos «alegales»,...- la entrada en el Ayuntamiento de siete partidos hace que populares y socialistas pasen de obtener una representación del 62,3 por ciento hace cuatro años a un peso en la actualidad del 43,23. La capital abulense -feudo tradicional del PP- ve como la entrada con fuerza de Ciudadanos, superando al PSOE en votos y ediles, deja a los dos con un peso del 46,83 por ciento, aunque, eso sí, los populares duplican a los socialistas.

Algo mayor -48,56- es en Zamora, donde el electorado ha aupado a IU y castigado al PP -como en todas las plazas- y la crisis sempiterna del PSOE. Burgos tampoco llega a la media regional por la aparición de «Imagina» cuando en 2011 siete de cada diez votos tenía como destinatarios o la formación de la gaviota o de la rosa.

Por encima están León -55,54 por ciento- y Valladolid -58,33-, donde también las plataformas y Ciudadanos les han quitado el protagonismo que tenían, mientras que el bipartidismo aún resiste con un apoyo superior al 60 por ciento en Salamanca -62,03-, Palencia -66,81-, Segovia -68,10- y Soria -74,60-.