punto de vista
Obligado análisis
Juan Vicente Herrera pidió al partido durante la campaña en varias ocasiones que se «quitaran el luto» y defendieran con orgullo el trabajo realizado. Algo así debería aplicarse el PP regional tras la jornada electoral del domingo en la que, tras mas de un lustro al frente de la Junta de Castilla y León, el partido mantiene en las Cortes una mayoría muy solvente de 42 escaños, la mitad de la Cámara. No debe el PP tener reparos en los acuerdos, porque nadie cuestiona que debe gobernar y sólo necesitará acuerdos puntuales para los asuntos más complejos. Con la que está cayendo a nivel nacional y con el desgaste que lógicamente impone el tiempo en el poder, el resultado en la Comunidad es para sentirse satisfecho, aunque implique analizar con rigor y sin concesiones por qué se pierde voto.
Precisamente esas causas deberían ser analizadas muy a fondo por el PSOE que, pese a estar en la oposición, pierde votos y escaños y cosecha el peor resultado de su historia. Por eso no entiendo muy bien la euforia mostrada por Luis Tudanca, que es verdad que se ha metido a fondo en su papel, pero no ha logrado frenar la caída estrepitosa que su partido cosecha elección tras elección. No debe el PSOE conformarse con que el PP haya perdido de forma mínima la mayoría absoluta, porque no lo ha hecho a su costa, sino por la irrupción de nuevas opciones políticas que cada vez adquieren más protagonismo en las esfera pública española. Podemos logra un potente grupo de 10 escaños, que tratará de asumir gran protagonismo en las Cortes, y los socialistas deberían entender que pescan en el electorado de su mismo espectro político.
Los partidos mayoritarios tienen que hacer autocrítica profunda, dentro de sus estructuras y en la esfera pública, porque estamos en un tiempo nuevo que marcará de forma definitiva su futuro y las fuerzas emergentes ya lo están señalando.