Templarios sin temple

Hasta diez formaciones se presentan al asalto del Ayuntamiento de Ponferrada. Hecho que no supone un récord histórico, pero sí un dato que contradice la poca falta de interés y el descrédito de la política. Algo no casa. Los descendientes de los templarios han padecido una legislatura de traca. Además de las luchas intestinas de todos los partidos políticos, todos; los líderes naturales de estas últimas décadas parecen haber pasado a mejor vida, políticamente hablando, esto es, a la jubilación forzosa.

La moción de censura le costó la cabeza a Ismael Álvarez, más tarde a Carlos López Riesco y, si no aprueba con nota el día 24, es decir, de tres concejales para arriba, a Samuel Folgueral. Tras las dos grandes marcas, PP y PSOE, Merayo y Marqués, el otro duelo enfrenta en un segundo nivel a Ciudadanos con Use, Luna con Folgueral. Ellos quieren ser el tercero en discordia, la llave que proporcione la Alcaldía. De ahí que las candidatas, en plena refriega de declaraciones también carguen contra las tropas se los que se les acercan por la derecha y por la izquierda respectivamente.

Mientras Ciudadanos viene apoyado por un sector muy identificado de la clase empresarial leonesa, con un despliegue digno de los mejores y ricos tiempos de la propaganda; Use le sigue a la zaga con apoyo definido nacido de dos años de ejercicio de poder local. El resto del pelotón, muy ruidosos y activos, también quieren hacerse notar, con lo que el escenario mediático de estas últimas jornadas hace evidenciar que temple, precisamente mesura, falta en casi todos los aspirantes a alcalde o alcaldesa.

Eso sin olvidar lo que está sucediendo paralelamente con la minería del carbón. Un pulso en tiempo de elecciones como medida de presión añadida a la propia con la que se vive angustiosamente en una provincia maltratada por el ministro menos popular de la historia reciente.