política
De la sonrisa de Campofrío al dolor minero
La cárnica burgalesa abrirá la nueva planta el 15 de noviembre de 2016, dos años después del incendio
Sonrisas y lágrimas. Apretones de manos y felicitaciones y gritos y abucheos. De todo hubo ayer en Burgos. La visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para participar en el acto central de campaña del Partido Popular en Castilla y León despertó todo tipo de sensaciones, desde las simpatías de quienes le apoyan a la crítica de quienes le rechazan.
En la agenda oficial, una reunión con los responsables de la empresa y de los trabajadores de Campofrío, después de que el pasado mes de noviembre un incendio destruyese su mayor planta en la ciudad del Cid. Un encuentro del que Rajoy salió «enormemente reconfortado» y eso, reconoció, que la vida política es «dura» y no ha tenido en sus tiempos de gobernante muchos momentos para esa satisfacción que ayer sí experimento. Y es que, señaló, de un hecho triste y dramático como el fuego que carbonizó de la noche a la mañana el puesto de trabajo de más de 800 personas, se ha logrado levantar otro proyecto. ¿Cómo? «Todos juntos, remando en la misma dirección», apuntó Rajoy, quien destacó la labor común de empresa, trabajadores y distintas administraciones.
De hecho, el presidente del Gobierno puso como ejemplo a Campofrío. «Así se construye y así se están construyendo las cosas en España», destacó el jefe del Ejecutivo, quien pudo conocer de primera mano de boca del presidente de la cárnica, Pedro Vallbé, que ya tienen fecha de inauguración de la nueva factoría: el 15 de noviembre de 2016, justo un día antes de que se cumpla el segundo aniversario del dramático incendio.
Pero no todo fueron sonrisas. También hubo llantos. Entre ellos, el de un grupo de mineros llegados a Burgos desde las cuencas leonesas de Laciana y Gordón y de las asturianas para clamar ante Rajoy «¡Salvemos la mina! ¡Salvemos los puestos de trabajo!». Abucheos y gritos a la llegada de los populares, intensificados cuando Mariano Rajoy bajó del coche a las puertas del Forum Evolución.
Deberes
En el exterior no hizo un gesto a los trabajadores de los tajos, que acusaron al Gobierno de «vender humo» como «estrategia electoral para tranquilizar al sector». «No sirven las palabras, seguiremos con las movilizaciones hasta que haya una solución», demandaron, incrédulos con la reunión prevista para hoy con el Ministerio de Industria para abordar el nuevo borrador que garantice la compra de mineral nacional. Pero dentro, tanto Rajoy como Herrera se acordaron de los mineros. El presidente reconoció las «dificultades» y el candidato a la Junta valoró el «cambio de 180 grados» en la orden para «dar estabilidad, seguridad y futuro» a esas familias, a la vez que insto a «aprovechar» la oportunidad que el nuevo texto brinda.
No sólo de la calle se llevó deberes Mariano Rajoy. También los suyos le pidieron. Empezó el alcalde de Burgos, Javier Lacalle; siguió el presidente provincial, César Rico, y remató la faena el regional y candidato a la reelección al frente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. Entre las peticiones destacó la conclusión del desdoblamiento de la N-122.
AVE a Vitoria
«Me habéis puestos algunos deberes, y los acepto. Haré lo que esté en mi mando para resolver los problemas de Burgos y de Castilla y León», respondió Rajoy, quien prometió que en 2019 estará terminada la línea de alta velocidad Burgos-Vitoria.
Además, al igual que Herrera, defendió que la central nuclear de Garoña «tendrá futuro si es segura y sus propietarios quieren».
Noticias relacionadas