corazón de león

Ni uno se salva

vicente ángel pérez

Estos días, el solar patrio se convierte en un inmarcesible plató televisivo plagado de tertulianos disfrazados de políticos, que van de allá para acá, «de ceca en meca y de zoca en colodra» (como escribió Cervantes en el Quijote que ahora algunos espabilados traducen al castellano). Y van de pueblo en pueblo, de feria en feria, de tele en tele, con su charlatanería por bandera, su camisa blanca y su sonrisa maquillada en busca del voto con el que permanecer en el poder o alcanzarlo.

El lenguaje tertuliano se ha impuesto en los mítines políticos como lo ha hecho en televisiones, radios e incluso periódicos, en donde la sentencia frívola, la excentricidad, el chascarrillo o el insulto obtienen más aplausos, audiencias o lectores que cualquier opinión serena, sensata y argumentada. En estos tiempos aburren la seriedad y el rigor intelectual. No «venden», como se dice en el argot de la comunicación, ni dan votos, como certifican los gurús que manejan los hilos de las marionetas políticas. Hoy, en las barras de los bares o en las reuniones familiares, el personal se explica con el mismo lenguaje tertuliano que el utilizado en los debates de la tele o del Congreso de los Diputados, que, a menudo, tanto da, que da lo mismo. Y así, en lenguaje «tertulianés» (término creado por el gran periodista de ABC Antonio Burgos, pues la RAE es más proclive a fijar palabros llegados allende el océano, como «amigovio» o «papichulo»), se explican estos días los buscadores de votos y se les llena la boca con expresiones y palaras tales como «línea roja», «puertas giratorias», «emprendimiento», «empoderamiento», «corrupción cero»… ¡Oh, corrupción cero! ¡Y dale con la corrupción cero! Lo cual supone que, de pronto (pues en anteriores campañas nadie se expresaba así), se han caído del guindo y comprobado que la corrupción existe en el mundillo político.

Bueno y conveniente es proclamar la «corrupción cero», siempre y cuando se predique con el ejemplo, lo que no es el caso de, por ejemplo, seis partidos que se presentan a las elecciones del domingo en la provincia de León: PP, PSOE, UPL, Ciudadanos, Independientes de Cuadros y Vox. No se salva ni uno de contar entre sus candidatos a personas que tienen abiertos procesos judiciales. En un interesante trabajo periodístico de ileon.com, el PP se lleva la palma de los «sospechosos», pues no en vano es el partido con mayor poder en León.

Entre unos y otros, la información subraya que apenas son 49 las personas con la presunta corrupción a sus espaldas; una minoría, aunque en algunos casos se trate de números uno en las listas electorales. Por suerte para la democracia, la mayoría de candidatos tienen la conciencia limpia, pero «corrupción cero» es cero; o sea, ni una manzana podrida. Por el bien de la política y, sobre todo, de los ciudadanos.

Ni uno se salva

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación