Rajoy dice que Castilla y León «va bien» por el «pacto de éxito» de la ciudadanía con el PP

Halagos, elogios, parabienes... El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ahorró ayer en calificativos -positivos- hacia Castilla y León. Y no sólo porque hasta el momento sea un territorio que se ha mostrado fiel al Partido Popular, sino porque ha conseguido resistir algo mejor los envites de la crisis y enfila la recuperación. «Castilla y León es modelo de buen gobierno», aseguró ayer Rajoy en Burgos en el acto central de campaña del PP en la Comunidad, en el que también destacó que su presidente y de nuevo candidato, Juan Vicente Herrera, «ha hecho los deberes». Prueba de ello, expresó, la mejora de la economía, la reducción del paro, la mayor afiliación a la Seguridad Social o el incremento de las exportaciones, además de su reindustrialización, con la automoción como motor y un sector agroindustrial pujante al que Rajoy consideró «fundamental, básico y con futuro» y al que se comprometió a «seguir apoyando».

Consciente de lo que se juega su partido el 24 de mayo en una región en la que la mayoría absoluta de que ha gonado en los últimos 28 años también está en juego, el presidente nacional de la formación dejó especial protagonismo en su discurso a esta tierra, «cantera de talento puesto al servicio de los ciudadanos», con mención expresa a los cuatro presidente del PP que ha tenido la Comunidad, desde José María Aznar al actual Juan Vicente Herrera, pasando por Jesús Posada y Juan José Lucas. «Gente seria, formal, que se ha tomado las cosas como hay que tomárselas, en serio», destacó Rajoy.

Y según dijo, Castilla y León «va bien no por casualidad», sino que se debe al «pacto político de verdad, de la sensatez, del sentido común» y de «éxito» que hicieron los ciudadanos con el PP. «Eso sí es un pacto», defendió el presidente nacional de la formación en clara alusión crítica a las alianzas con las que ya maquinan otros partidos para intentar desbancar del poder al PP, primero en las elecciones municipales y autonómicas del próximo domingo y, después, en las generales previstas para noviembre.

Y no sólo aplaudió Rajoy la actuación de los populares al frente de las administraciones de Castilla y León. Siendo la comunidad más extensa de España (más de 94.000 kilómetros cuadrados) «todo proyecto de país tiene que contar con el proyecto de Castilla y León». Es más, aseguró, «Si Castilla y León va bien, España va bien. Si Castilla y León va mal... No me voy a poner en esa tesitura».

Cada Gobierno en la región ha sido «mejor que el anterior», destacó el líder nacional de los populares, quien incidió en destacar y pedir a los suyos que también lo hagan que «la época del PP en Castilla y León ha merecido la pena» y que «es justo y sensato que continúe», prosiguió Rajoy, convencido de que «eso va a pasar el día 24». Y en el conjunto de halagos, aseguró que el PP ha ganado las elecciones en esta Comunidad «no porque sí» sino porque «hay partido, ideología y militantes», además se ser «capaces de gobernar pensando también en mañana». Además, en este tiempo, Castilla y León ha «demostrado que se puede gobernar una autonomía pensando en el conjunto nacional».

Con estos mimbres, el presidente nacional del PP se mostró convencido de que «Castilla y León sigue pisando fuerte» y ha «demostrado» que el PP «no ha tocado techo». «Vamos a superarlo», instó Rajoy en su llamada al voto en esta recta final de campaña. «El PP ha escrito las mejores páginas de la historia de Castilla y León», afirmó el dirigente nacional,

Y en una comunidad con 2.248 municipios donde el PP y la Junta han hecho gala de la defensa del municipalismo -con críticas al proyecto del Ejecutivo central incluidas por el proyecto de Montoro-, Rajoy aseguró -desatando los aplausos- que mientras sea el máximo responsable del Gobierno «no se suprimirán» las diputaciones, que «están para garantiza la igualdad de derechos y deberes de todos» y «sirven para apoyar a los ciudadanos que viven en los pueblos y queremos que sigan viviendo y existiendo». La «peregrina» propuesta de su eliminacion «es una demagogia y una equivocación», concluyó.