sociedad
Briviesca se convierte en «Las Vegas» de Burgos durante una horas
La fiesta de La Tabera reúne un año más a cientos de vecinos y amantes del juego en una jornada en la que cientos de miles de euros, casas o tierras se jugarán a las tabas
La capital de la comarca burgalesa de La Bureba, Briviesca, acogió este martes, el anterior al jueves de la Ascensión como es tradicional desde hace más de un siglo, la fiesta de La Tabera, declarada de Interés Turístico Regional. Una tradición que aúna elementos religiosos y lúdicos, y que permite que el municipio se convierta durante unas horas en una suerte de «Las Vegas» en mitad de la provincia.
Cientos de vecinos de localidades cercanas, de la provincia de Burgos y hasta de Madrid, se desplazaron anualmente hasta el Santuario de Santa Casilda para probar suerte con la taba, el hueso de cordero, en un día en el que llegaron a moverse varios cientos de miles de euros.
Esta peculiar celebración cuenta con más de cien años de historia y es uno de los encuentros que más llama a la participación en toda la provincia burgalesa. De ahí, que pese a la crisis, las apuestas no cesen y los billetes y monedas no dejen de caer sobre la mesa de juego.
Como manda la tradición, después de una comida popular para todos los asistentes, fueron las autoridades las encargadas de comenzar una partida en la que la mecánica del juego consiste en lanzar la taba al aire. Al caer sobre la mesa puede hacerlo en cuatro posiciones diferentes: dos de pie y dos tumbada. En estas dos últimas nadie gana y se sigue jugando. De las posiciones de pie, si sale la posición cóncava de la taba -que además está sellada para que sea más fácil de reconocer- gana el que ha ‘comprado’ la taba, y si cae por la otra cara, ganan los que apuestan.
Pese a la situación económica que atraviesa el país, La Tabera cuenta con «sus fieles». Gente de todas las edades que se desplaza hasta este enclave burgalés para disfrutar de una jornada festiva en la que quien más, quien menos, apuesta algo.
Del Santuario a los bares
Cuentan los vecinos del pueblo que la verdadera fiesta de La Tabera comienza en el momento que cae la noche y más de una veintena de bares de Briviesca se llenan de valientes capaces de apostarse tierras, ganado e incluso casas. Aunque en este juego no se controla ni el volumen de apuestas, ni el cómputo total de lo que se juega, de sobra es conocido por muchos que hay personas que han llegado a ganar hasta 3.000 euros en una buena mano. Pese a lo que pudiera parecer, La Tabera es un juego absolutamente legal que convierte en casinos improvisados a los bares y tabernas de la comarca de La Bureba y en apostantes a la mayoría de sus vecinos.