al pairo

El sopapo

fernando conde

Papá, según las leyes que rigen en España de un tiempo a esta parte, eres un maltratador... bueno, tú y el 99% de los padres de tu generación. Y lo eres porque aquella vez que, cabreado, rompí de una patada el cristal de la puerta del salón, me arreaste un sopapo para que entendiera que aquello no podía volver a repetirse. Y yo lo entendí -tanto lo entendí que no sólo me sigo acordando hoy, sino que no volví a hacer nada parecido jamás-. Pero si yo hubiera sido un adolescente de los de hoy, de esos que se saben de carrerilla todos los derechos que les amparan, aunque desconozcan cualquier mínima obligación, y si hubiera pensado que aquel guantazo merecía ser denunciado, en estos tiempos que, no corren, vuelan, te hubieran condenado a la cárcel y una sentencia nos hubiera separado un mínimo de seis meses. Estoy seguro que, de haber sido así, yo no habría podido perdonármelo en la vida. No sé si el chavalillo al que la justicia ha dado la razón en Alicante pensará lo mismo dentro de unos años. El futuro es tan imprevisible como puñetero.

El meapilismo progre en el que vivimos desde que aceptamos convertirnos todos en seres políticamente correctos y, en este ámbito concreto, conmutar la patria potestad por la santa pubertad, está convirtiendo a los jóvenes en hijos del Estado y huérfanos de padre y madre. En este sentido parece que estuviéramos emulando a los antiguos lacedemonios. Y aunque es verdad que en Castilla y León somos bastante espartanos, entregar a nuestros hijos al Estado para que los eduque quizá parezca demasiado. Aunque a algún impúber quizá le viniera bien que así fuera. A lo mejor hasta iba echando de menos el sopapo de su padre. ¿Alguien sabe qué fue del sentido común?

El sopapo

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación