cooperativas
Una apuesta segura para el medio rural
Castilla y León cuenta con más de 600 cooperativas agroalimentarias que generan un negocio de 2.375 millones de euros, lo que las convierte en uno de los baluartes para la supervivencia del sector gracias a las más de 2.000 personas que emplea
Haciendo suyo el dicho revolucionario de que «la unión hace la fuerza», la figura del cooperativismo agroalimentario reclama su sitio dentro de la economía castellano y leonesa. Este sector, cada día más utilizado por pequeños agricultores, ha refrendado en 2014 las buenas cifras de facturación y empleo que venía mostrando durante los años más duros de la crisis económica. En total, según datos de la Junta de Castilla y León, en la región existen 614 cooperativas agrarias puras que agrupan un volumen de 77.000 socios, con una media de 214 socios por cooperativa. Su actividad, centrada principalmente en el medio rural, ha ayudado a dinamizar la vida económica de muchos pueblos gracias a los más de 2.100 empleos que ha generado en entornos no urbanos.
Una avance sustentado en las cifras de facturación de los últimos años que ha visto como, desde 2012, las cooperativas castellano y leonesas han aumentado un 12 por ciento su facturación, pasando de los 2.122 millones de euros hasta los 2.375 del pasado ejercicio. Con una facturación media de más de cinco millones y medio por cooperativa, -un 10% superior a la cifra nacional, fijada en el menos de cinco millones-, cuatro de las cooperativas de la región, Agropal, Copiso, Cobadu y Acor, se encuentran entre las diez mejores de España.
Jerónimo Lozano, director de la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl), que representa a más de 200 cooperativas, cree que el mayor avance en los últimos años viene de la evolución de «cooperativas agrarias a agroalimentarias». «Ahora muchas transforman sus productos y venden sus quesos, embotellan su vino, etc», apunta, al mismo tiempo que destaca como estas han soportado la crisis «mucho mejor» que otras empresas gracias a «haber sido más previsores y ahorradores», y no haber cesado de invertir para «dimensionar» las cooperativas.
«No se han perdido puestos de trabajo», añade orgulloso, y considera que el sector agroalimentario es «imprescindible» porque «uno puede renunciar a un coche nuevo, a una casa nueva, pero no van a renunciar a comer».
Profesionalización del sector
Desde Urcacyl, Lozano también apunta hacia la «profesionalización» de la gestión como pilar de su sustento. «Cada vez hay más ingenieros técnicos, agrónomos o veterinarios en las cooperativas, porque cada vez funcionan de una forma más empresarial», indican desde Urcacyl, que sitúa a Zamora como la provincia con mayor facturación en 2013 con cerca de 512 millones de euros. «Las cooperativas han crecido en socios, en inversiones y en diversificación», añade. Además destaca la «labor social» de estas, por encima de los intereses privados de las empresas. Sin embargo, reconoce «cierta incertidumbre» con la nueva Política Agraria Común (PAC) y el fin de la cuota láctea que afecta a los ganaderos de la región desde el pasado 1 de abril.
Una incertidumbre que desde la cooperativa ACOR, con una facturación superior a los 170 millones, también apuntan en dirección a octubre de 2017 cuando se produzca el fin de la cuota azucarera. «Desde que se anunció el mercado ha sufrido un brutal descenso de precios», aseguran, mientras que esperan que se «normalice» porque «el nivel actual resulta insostenible».
Región pionera
Por otra parte, Castilla y León se convertirá en los próximos meses en la primera Comunidad en aprobar, como parte del desarrollo de la Ley Agraria, un decreto para la creación de las Entidades Asociativas Agroalimentarias Prioritarias de Carácter Regional. Esta figura, presentada por la consejería de Agricultura y Ganadería, pretende impulsar el sector cooperativo y ayudar al colectivo en el acceso a las ayudas del Programa de Desarrollo Rural. Así, se ofrecerá un servicio técnico especializado a este sector con el objetivo de favorecer los acuerdos intercooperativos que ayuden a proporcionar una ventaja en la compra o plazos de pago de las materias primas.
Un sector, el cooperativo, que desde la Junta califican como «imprescindible» para la mejora de la competitividad regional, y cuantifican en más de 50 millones de euros el valor de las ayudas destinadas por el ejecutivo autonómico desde 2007 para las distintas líneas de apoyo al fomento agrario e industrias agroalimentarias.
Jerónimo Lozano, por su parte, reconoce que han existido «distintos tipos de respaldo desde las instituciones», y que están esperando la firma del decreto para la creación de las Entidades Asociativas Agroalimentarias Prioritarias. «Siempre ha habido apoyos al cooperativismo, pero a veces hemos echado en falta que nos tengan más en consideración», concluye Lozano.