valores humanos
Antonio Romo: una vida dedicada a los desfavorecidos
«Lo único que he hecho es cumplir con mi deber con entrega y alegría, pero eso lo hace una madre de familia», dice humildemente este sacerdote con más de cincuenta años ejerciendo su vocación, treinta de ellos vinculados al barrio salmantino de Puente de Ladrillo, desde donde ha dedicado su vida a los más desfavorecidos.
Dice que su fuerza y vitalidad se la debe a su fe, que le ayuda a creer en lo que está haciendo y que no todo en su camino ha sido entrega, también ha recibido «muchísima ayuda» de los demás. Por eso sigue creyendo en las personas y en los valores que guardan, muchas veces de manera silenciosa: «Me encuentro a muchas personas que están viviendo los valores de la familia, la amistad, la entrega...».