fútbol
Victoria sin brillo del Real Valladolid
El conjunto pucelano se reencontró con el triunfo (2-1) en el derby regional ante el C.D. Mirandés
El Real Valladolid sufrió para doblegar este sábado al CD Mirandés (2-1) pese a que se adelantó en la primera parte con dos «chispazos» de una calidad que ya no afloró en el segundo periodo ante el empuje de un equipo burgalés superior, que opositó seriamente al empate.
Jesús Rueda cubrió en el centro de la zaga vallisoletana la ausencia de Marc Valiente y al once inicial también regresaron Óscar, Álvaro Rubio y Roger Martí, éste tras seis meses recuperándose de una lesión de rodilla.
Por su parte, Carlos Terrazas recuperaba a Álex García, uno de los fijos del equipo en la banda izquierda, que tuvo que perderse el último choque por acumulación de tarjetas.
Salió con viveza el equipo vallisoletano ante un Mirandés más cauteloso que audaz y únicamente con Urko Vera en punta. Sin embargo, un tímido lanzamiento de Carnicer fue el primer disparo a puerta del encuentro (min. 7).
Un cabezazo de Álex Ortiz hacia su propia portería acabó golpeando en el larguero de la portería de Razak (min. 17). Ya para entonces el Valladolid merecía ir por delante en el marcador pero tuvo que ser la fe de Roger Martí la que «abriera la lata» tras un disparo cruzado (min. 21).
Con el viento a favor y Álvaro Rubio propiciando más circulación de balón, apareció fugazmente el mejor Valladolid. Así las cosas, dos minutos después del gol inicial de Roger, un pase del paraguayo Hernán Pérez lo transformó Óscar González en el segundo tanto local. Sin pases al espacio para el extremo zurdo Mojica, donde el colombiano ofrece su mejor versión, el juego del equipo vallisoletano discurrió por la derecha y por el centro, gracias al «tiralíneas» de un Óscar más activo.
Mientras tanto, el Mirandés solo apostaba por el ataque directo pues los balones a Urko Vera eran su única baza ofensiva, muchas veces sin resultado así que el delantero vasco dejó su sitio a Juanjo en el descanso y precisamente éste, aprovechando una indecisión de los centrales, marcó el 2-1 a los dos minutos de la reanudación.
Los nervios y los fantasmas de las tres derrotas consecutivas aparecieron en los jugadores locales y un Mirandés acometedor, pleno de brío, coraje y energía, comenzó a gobernar el partido. Y claramente, además.
Hubo ocasiones para el empate porque el encuentro «vivió» en área vallisoletana pese a que el portugués André Leao salió para reforzar el medio campo vallisoletano. Aún así, pudo pasar cualquier cosa ante la ansiedad, el bajón físico y la falta de fluidez de los locales pero el marcador ya no se movió (2-1).
