muerte de lalo garcía
«Teníamos la esperanza de encontrar a Lalo con vida. Lamentablemente no ha sido así»
Los familiares fueron los primeros en identificar el cadáver por el chandal y las zapatillas
El subdelegado del Gobierno en Valladolid, José Antonio Martínez Bermejo, fue el encargado de confirmar a los medios que el cuerpo encontrado en el río Pisuerga pertenecía a Gonzalo García Téllez «Lalo». Bermejo lamentó que se trate del «querido deportista», ya que había la esperanza de encontrarlo «sano y salvo, pero desgraciadamente no ha sido así», por lo que únicamente mostró todos su ánimo «a los familiares de Lalo» y expresó su deseo de que el mítico capitán «descanse en paz».
Según informaron a Ical desde la propia subdelegación del Gobierno de Valladolid fueron los propios familiares de Lalo García los que habían podido identificar, en primera instancia, el cadáver del exjugador de baloncesto gracias a la prendas y a las zapatillas que portaba. Según esas fuentes, el estado en el que fue hallado el cuerpo retrasó el normal desarrollo de las pruebas de identificación a través de las huellas dactilares hasta última hora del martes, momento en el que la Unidad de Policía Científica confirmaba de manera oficial la identificación
El cadaver de Lalo García fue encontrado sobre las 12.40 horas por unos piragüistas en el río Pisuerga, a la altura del polideportivo del mismo nombre. La desaparición fue denunciada por su madre el pasado 4 marzo y desde entonces se puso en marcha un dispositivo de búsqueda en el que se movilizaron numerosos medios incluidos efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS). García fue visto por última vez sobre las diez de la noche en la cafetería que hay enfrente del polideportivo Pisuerga. En el momento de la desaparición no disponía ni de teléfono móvil ni de dinero, según fuentes de la investigación.
El exjugador nació en Valladolid el 20 de marzo de 1971 y jugó como escolta en equipo del Fórum Filatélico de Valladolid, donde compartió banquillo con jugadores como Arvidas Sabonis, hasta que se retiró en 2001. Tres años después, y como muestra de reconocimiento por su trayectoria, el club decidió colgar su camiseta con el número cinco en el polideportivo Pisuerga. Tras dejar el deporte profesional, Lalo García trabajó como comercial de la empresa Fórum Filatélico, de la que también era accionista.
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