semana santa
Sol y muchas palmas para la Borriquilla
Miles de castellano y leoneses salen a las calles aprovechando el buen tiempo para celebrar el Domingo de Ramos

Miles de castellano y leoneses aprovecharon ayer el soleado día primaveral para salir a la calle a recibir el paso conocido popularmente como «La Borriquilla», con el que se abre la puerta a la Semana Grande de la Pasión.
Una de las más madrugadoras fue la procesión de León, que partió a las once de la mañana de la Plaza de Santo Martino y concluyó pasado el mediodía en la Plaza de la Regla, ante la Catedral. Frente al edificio Botines tuvo lugar la bendición de los cientos de ramos y palmas que los fieles congregados en ese lugar, muchos de ellos niños, levantaron y agitaron por encima de sus cabezas para cumplir la tradición.
Los más pequeños también fueron los protagonistas del resto de desfiles procesionales de la Comunidad. En Palencia, decenas de cofrades, una gran mayoría niños, recibieron la imagen de la entrada de Jesús en Jerusalén, en la plaza de la Inmaculada batiendo las palmas que previamente habían recibido la bendición del obispo Esteban Escudero. Mostraban así su alegría por la llegada de Jesús en este Domingo de Ramos. Tras el caluroso recibimiento, la talla de Víctor de los Ríos procesionó por las principales vías de la capital palentina.
En Salamanca, más de 400 niños de 16 cofradías acompañaron a la Borriquilla en su recorrido por la capital charra hasta que la imagen de Jesús atravesó la puerta de la Catedral Nueva, simbolizando la entrada de Cristo en Jerusalén.
A ritmo de tambores
También en Burgos, una abarrotada Plaza Mayor en la que no faltaron las palmas típicas del Domingo de Ramos recibía el paso. Ya en la Catedral, y tras la bendición de los ramos, el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, ofició una misa en el Altar Mayor en el que participaron los niños de la Escolanía Pueri Cantores, informa Ical.
Esta imagen se repitió en todas capitales y pueblos más pequeños. En Valladolid, los tambores y cornetas de la banda del Santísimo Cristo del Perdón fueron los encargados de poner el ritmo a una de las procesiones más coloridas de la Semana Santa en la ciudad, en la que las secciones infantiles de veinte cofradías vallisoletanas acapararon todo el protagonismo. Tras la bendición de las palmas en la Catedral por parte del cardenal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, la tradicional procesión recorrió gran parte del casco histórico de la ciudad para terminar en la Iglesia de la Veracruz, donde Blázquez, que también participó en el desfile, animó a los presentes a «aprender» de los diálogos que Jesús tiene con el Padre y con el discípulo Pedro durante la Pasión.