Preguntas lila

Todas las preguntas y soflamas sobre la campaña andaluza tendrán esta noche voto y coto. No sabemos si los ladrones de los eres pasarán definitivamente a mejor gloria porque exista un electorado responsable, o si robar «como para asar una vaca» –que decía aquella bendita madre que en paz descanse–, equivale a todo lo contrario: a un máster en choricería con vistas a la obtención de una mayoría bien oreada. Veremos. Pero preguntas contundentes las que, nada más entrar en campaña, acaba de formular en Castilla y León el líder Tudanca. Su hablilla nos recuerda a Santillana cuando se refería al casta que «viene de la huesa –o sea, de la sepultura– y pregunta por la muerta».

Ay, Dios mío… que esta retahíla se vende en frasco y, además, le zumba el carrasco que tira «patrás». ¿Pero es que no lo ves, hijo mío? Los socialistas de CyL, en la práctica política, lleváis ocho años –8– repitiendo la misma candonga en inalámbrico y por whatsapp: que Herrera se presenta de tapadillo, que lo van a nombrar ministro en el próximo ajuste de cuentas, que se va a ir no se sabe dónde en cuanto le pongan una alfombra roja de Burgos a Finisterre, que está tan quemado que de hecho le pican los ojos sin haber probado el ajo, y que esta vez será su última legislatura porque no es Herrera quien se presenta sino un doble que hay en los floreros de la Moncloa o vaya usted a saber dónde.

Mientras el gran Óscar López –el mentor del gran Tudanca que a negras volvía blancas–, repetía esta misma majadería «usque ad nauseam» –hasta la pota–, los hechos de Herrera desmontan las preguntas lila que ahora espolvorea en aspersor Tudanca: mantiene firme su casa y palabra, se quedó en las duras para sacar a Castilla y León de la profunda crisis que el infame Zapatero sentenció, se ha enfrentado con arte a los peores ministros como un tal Montoro cuyos prim@s se sientan en las Cortes regionales en la bancada socialista, y además repite como candidato marcando paquete. Atributo del que Rajoy no puede presumir ni de coña por mucho que Tudanca se empeñe en injertarle al Presidente del Gobierno de la España invertebrada.

Al líder socialista –para que no vaya con tanta hambre al arca ni con tanta sed alzando la botella– acaban de ponerle el viernes pasado un tren en marcha. Uno de los consejeros más brillantes y cercanos del gabinete Herrera, que es Antonio Silván, realizó con la ministra Ana Pastor la primera prueba del AVE Valladolid-León. En cuestión de días, por tanto, se dará cima a una vieja reivindicación. Una gran despedida para el consejero de Fomento y un mejor preámbulo para el candidato a la Alcaldía de León. Y todo ello sin acudir al recurso de la bicicleta ni al maillot de gimnasia rítmica para esquiar en La Pinilla ni a las preguntas lila del pos zapaterismo en un lilar. Bienvenido a este jardín a la vista.