Cecale deja atrás su crisis institucional con el regreso de Mesonero a la Junta Directiva

El regreso anunciado ayer del presidente de la patronal de Salamanca, Juan Antonio Martín Mesonero, a Cecale -a su Junta Directiva, para ser más exactos- parece poner un punto y aparte definitivo a la crisis institucional vivida en la organización desde hace años y encarrilada -con altibajos- desde la llegada a la Presidencia de Santiago Aparicio. Tres años después de que el empresario abandonara el principal órgano de gobierno de la Confederación enfrentado con el exmandatario de la patronal, Jesús Terciado, Mesonero trasladaba ayer ante sus compañeros que «la normalidad y la representatividad han retornado a la organización regional». Lo hacía además en presencia del consejero de Economía, Tomás Villanueva, y la viceconsejera de Empleo, Begoña Hernández, que mostraron su satisfacción por la decisión. En la reunión, se acordó además que los presidentes provinciales acudan a las reuniones de Cecale acompañados por un asesor que evite que se cometan nuevos errores en la gestión de la patronal.

Lejos ya parecen quedar los motivos que alegó en su día para dejar Cecale en julio de 2012 como señal de protesta ante los problemas internos suscitados tras denunciar la irregular labor de Terciado. En aquel momento -como recoge un comunicado enviado anoche desde la patronal-, Mesonero apeló a la responsabilidad de todos los integrantes de la Junta Directiva regional y a la necesidad de cumplir con la legalidad en una organización que ha vivido los momentos más difíciles de su historia. Tres años después, el presidente de los empresarios salmantinos considera que los problemas forman parte del pasado y anunciaba su intención de retomar el trabajo para impulsar los nuevos retos que Cecale debe afrontar.

En el recuerdo quedará el momento en el que Mesonero, acompañado por varios de los integrantes de su organización, conseguía parte de la información que reclamaba desde hacía meses y que le negaba Terciado. En presencia de un notario «invadió» la sede de la patronal aprovechando un viaje al extranjero de los antiguos responsables de la Confederación y con los datos que recabó los datos suficientes como para querellarse contra Jesús Terciado, aunque finalmente la demanda no se tradujo en la apertura de un juicio contra el presidente dimisionario y sí en duros encontronazos con la presencia incluso de la Guardia Civil en un Asamblea y los movimientos de Terciado para evitar perder el control de Cecale hasta que se tuvo que marchar.