economía
Más confianza y una cierta «relajación» crediticia dan aire a la venta de viviendas
Se despierta lentamente el mercado tras la bajada de precios y con los bancos asumiendo «su competencia para otorgar hipotecas»
Miles y miles de casas se empezaron a levantar en España a principios de siglo dando forma a la famosa burbuja y creando más viviendas que ciudadanos buscando una. Pinchó y junto a ella también la economía nacional. El paro, los ajustes, la crisis de la banca... Muy pocos podían entonces permitirse comprar una vivienda. Algo que hasta hace pocos años parecía una adquisición inherente a la evolución personal de la sociedad de repente derivó en un lujo. Muchos no tenían empleo. Los que sí, no sabían cuánto les duraría y veían como desahuciaban a su vecino. Además, los créditos que se daban a borbotones se contaban ahora con los dedos de la mano. La situación se ha prolongado durante años, pero en este 2015 y lejos aún de tirar cohetes parece que el mercado inmobiliario se empieza a reactivar, con «cierto optimismo» en el sector y con la creencia de que ya se ha tocado «suelo».
La compraventa de viviendas ascendió el diciembre pasado -el último periodo con estadísticas- en Castilla y León un 4,3 por ciento respecto a 2013, acumulando seis meses en alza en comparación con las cifras de un año atrás. Los expertos entienden que la tendencia, aunque tímidamente, se mantendrá en el tiempo. Estos datos «no son un hecho aislado y se estabilizarán en 2015», reconoce el secretario general de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Castilla y León, Eleuterio Gordaliza. ¿Qué ha cambiado? «La situación laboral es más estable, el Euribor ha bajado, los precios también...». Todo ello permite un escenario más confortable, pero, sobre todo, el punto de inflexión es el «resurgir en los bancos de su competencia para otorgar hipotecas», apunta.
«Existe el miedo en las unidades familiares a adquirir una vivienda en la actual coyuntura», pero éste se va perdiendo a medida que mejoran las «posibilidades de ahorro» y el acceso al préstamo hipotecario con una «relativa» relajación de las dificultades para obtener financiación, destaca Gordaliza. En concreto, en noviembre de 2014 el número de hipotecas nuevas constituidas para la adquisición de viviendas en Castilla y León se elevó en un 10,2 por ciento respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
Precios
Y el hecho de que los precios hayan bajado cerca de un treinta por ciento en una década no es tampoco un dato «despreciable». De media en Castilla y León el coste del metro cuadrado se sitúa en 1.542 euros, siendo Salamanca la capital más cara y Zamora la más barata en la que hacerse con un inmueble en la Comunidad.
Todo ello confluye en el «índice de confianza» hacia el mercado inmobiliario. Un valor que se calcula desde la Sociedad de Tasación teniendo en cuenta distintos parámetros tales como la evolución de la economía de la zona, del stock de viviendas, de las ventas y de los precios. En Castilla y León este aspecto ha ido mejorando en la segunda mitad de 2014 -aunque el año cerró en negativo, con una caída de un 2 por ciento en las ventas- y se espera que en el primer trimestre de 2015 sea un tres por ciento superior al de los últimos 90 días del año pasado. De hecho, la región se coloca en este aspecto entre las más altas del país y por encima de la media nacional.
La evolución del stock de inmuebles es el valor más determinante en Castilla y León si se tienen en cuenta los datos de consumo del mismo en los últimos meses del año y la perspectiva para el primer trimestre. Vinculado a ello, el otro elemento relevante es la evolución de las ventas de residencia habitual, en las que se registra uno de los mejores números del país. Se está despertando la «demanda de vivienda latente», una «necesidad» que requería de una mejora de la financiación. Las viviendas de segunda mano estarían tomando impulso en esta carrera por su menor precio y por la posibilidad de regatear con el propietario, mucho más complicado que hacerlo con una inmobiliaria.
De venta a alquiler
Es posible que los datos de inicio de año no reflejen del todo esta tendencia, dado que la introducción de cambios con la reforma fiscal en los coeficientes de ponderación de beneficios a la hora de tributar por la venta de una casa forzó a propietarios a cerrar operaciones antes de que acabara 2014 y ello podría desfigurar las estadísticas que, desestacionalizadas, se espera que sigan mostrando una evolución al alza. Desde la Sociedad de Tasación entienden que en 2015 la «oferta de vivienda seguirá siendo muy importante pese al bajo ritmo de producción, que la «demanda empezará a crecer al mismo ritmo que el empleo de calidad y el flujo de financiación» y es «probable que se siga la tendencia de transformación de operaciones de venta a alquiler, ya sea con o sin opción a compra».