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Ana Pastor visita las obras de la variante de Aranda en la A-11
Las obras, que estarán finalizadas este año, han supuesto una inversión cercana a los 60 millones
La ministra de Fomento, Ana Pastor, visita este viernes a las 17 horas las obras de la Variante de Aranda (Burgos), el único tramo en obras de la Autovía del Duero (A-11). Los trabajos en estos 13,7 kilómetros se encuentran muy avanzados y superan el 90 por ciento de ejecución por lo que está previsto que entren en servicio este año. Esta actuación cuenta con una partida de 2,9 millones en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este ejercicio.
La inauguración de esta variante de la A-11, que se producirá con unos tres años de retraso, ampliará el eje del Duero, del que sólo se han puesto en servicio 126 kilómetros de los más de 400 que vertebrarían de este a oeste la Comunidad. El Ministerio calcula que permitirá desviar por un vial de alta capacidad los 8.000 vehículos que cada día circulan por la carretera N-122, atravesando varias poblaciones, entre ellas Aranda, que tiene casi 35.000 habitantes, informa Ical.
Este tramo, que ejecuta la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seitt), fue adjudicado en 54,1 millones en 2008 con un plazo de 24 meses. ara los habitantes de las localidades que atraviesa la N-122, especialmente Aranda con su población cercana a los 35.000 habitantes, representará una notable mejora de la calidad del medio ambiente y de la seguridad vial.
Tras varios modificados, el presupuesto de la obra asciende a 61,2 millones, cantidad que aumenta hasta los 68,58 millones al sumar el coste de redacción del proyecto, las expropiaciones y la asistencia técnica para el control y vigilancia de la obra.
Se trata de un tramo de autovía de 13,7 km de longitud dotado con dos calzadas de dos carriles de 3,5 metros, arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de un metro, separadas por una mediana de diez metros. La autovía atraviesa, de oeste a este, los municipios de Castrillo de la Vega, Fuentespina, Aranda de Duero y Fresnillo de las Dueñas. El trazado, diseñado para una velocidad de 120 kilómetros por hora, intenta afectar en la menor medida posible a los viñedos y regadíos existentes en la zona, así como bordear las masas arbóreas.