punto de vista
En tiempo de tribulación
A falta de confirmación oficial, que llegará en los próximos días, Juan Vicente Herrera encabezará de nuevo la candidatura a la presidencia de la Junta en mayo por el Partido Popular. No será ninguna sorpresa, porque aunque el presidente haya insistido en no pocas ocasiones en que «tenía más pasado que futuro», el hecho de que en los últimos años no señalara posible sucesor y el momento político que vivimos, abocaba a no abrir el melón sucesorio a estas alturas y a que todo se inclinara hacia la estabilidad existente. Si a ello unimos la sacudida del efecto Podemos, sobre el que todo son previsiones y pocas certezas, y que en el PSOE y en IU no viven los mejores momentos internos, en el PP todo indicaba que se pondría en práctica la máxima Ignaciana: «En tiempo de tribulación, no hacer mudanza». Herrera convocará de inmediato a los presidentes provinciales y al ejecutivo del partido para poner en marcha la maquinaria electoral que han mantenido viva el secretario regional y los presidentes provinciales, una maquinaria que siempre se ha mostrado especialmente eficaz, pero que ahora tendrá que redoblar esfuerzos ante las elecciones más inciertas que hemos vivido.
En este momento, el PP tiene que ser consciente de que todos los votos son importantes, porque con una izquierda dividida y con un electorado propio un tanto cabreado, el fantasma de la abstención aparece como el gran enemigo. A priori las elecciones autonómicas se presentan mejor, por el escenario y el candidato, pero muy diferente es el panorama en los ayuntamientos, donde conseguir una mayoría suficiente para gobernar en las principales plazas es mucho más que un gran reto. El tiempo es justo y el trabajo no admite demora.