exposición
Dalí interpreta a Dante
Un centenar de xilografías muestran en Valladolid el recorrido realizado por el pintor por el infierno, el purgatorio y el cielo de la «Divina Comedia»
Salvador Dalí realizó un centenar de obras para ilustrar el infierno, el purgatorio y el paraíso de la Divina comedia. El proyecto partía de un encargo del Gobierno de Italia para conmemorar el 700 aniversario del nacimiento de Dante Alighieri. La polémica desatada por la elección de un artista que no era italiano echó por tierra los planes y únicamente se publicó una parte de ese trabajo, por iniciativa del papa Pío XII. Pero Dalí siguió adelante y completó una serie de acuarelas que finalmente sirvió para ilustrar, en 1964, una edición francesa del libro en seis volúmenes. El material fue convertido en xilografías a color y una de las pocas series conservadas completas puede verse hasta el 1 de marzo en el Museo de la Pasión de Valladolid.
La planta baja, incluida la sacristía de la antigua iglesia convertida en sala municipal de exposiciones, muestra las obras realizadas para los dos primeros libros de la Divina comedia, Infierno y Purgatorio. Aunque algunas de las xilografías podrían pasar por figurativas («Virgilio reconforta a Dante» o «Caronte y el paso del Aqueronte»), el universo onírico y surrealista de Dalí se impone en su interpretación de los cantos de Dante. Figuras deformes o amasijos de cuerpos dominan la reinterpretación de «El limbo», «Minos» o «Los avaros». A modo de sus relojes blandos representa a «Los blasfemos» o «Los hombres que se devoran entre sí». Defectos de la naturaleza humana, demonios y otros personajes fantasmagóricos se suceden, junto a pasajes de mitos clásicos, en estos dos primeros capítulos.
La segunda planta de la sala reúne las 33 obras restantes, las correspondientes al paraíso, donde Dalí plasma diferentes cielos y ángeles, además de a la bella Beatrice, el tercer personaje fundamental de la Divina comedia, junto a Dante y Virgilio e inspirada en Gala. También aquí, el sello más característico de Dalí aparece en grabados como «Así fue creada la tierra», con un crucificado con la misma perspectiva cenital de su famoso Cristo.
Al margen del proceso creativo, fueron necesarios más de cuatro años y medio de trabajo artesanal para trasladar las acuarelas originales a las planchas, con la supervisión del artista. Pero pese al accidentado comienzo, Dalí completaba su empeño por recrear la obra cumbre de Dante Alighieri.
Aunque los teóricos han visto en la serie la influencia de los grandes del artistas del Renacimiento y del Barroco, los aficionados a la personalísima creación del autor encontrarán en el centenar de piezas al genuino pintor catalán. «Dalí hace un recorrido personalizado de la lectura de Dante, y realiza su propia imagen de la obra, es una visión interior. Es un Dalí apartado prácticamente del Surrealismo, pero que reinterpreta sus propias formas surrealistas para conjugar el sueño con la mística», dice el catálogo de la muestra.