economía
Capitales y diputaciones rechazan el nuevo fondo de liquidez de Montoro
Argumentan que es innecesario y que genera incertidumbres
Cristóbal Montoro sigue pinchando en hueso en Castilla y León. Si la Junta sólo se apuntó a última hora y después de mostrar su enorme descontento al denominado Fondo de Facilidad Financiera -para poder ahorrarse 93 millones de euros en 2015-, el mecanismo más o menos similar destinado a las entidades locales no ha acabado de convencer ni a los ayuntamientos capitalinos ni a las diputaciones, que llegan a a calificarlo de confuso, incompleto y poco atractivo. Sólo las ciudades de Ávila -que también critica al ministro pese a su adhesión- y Zamora se han sumado al Fondo de Impulso Económico que, como en el caso de las comunidades, permitirá un desembolso «cero» en los intereres de los préstamos que se firmen con el Estado para la financiación de proyectos de inversión. Aunque la «letra» suena bien, algo falla en la «música» del instrumento creado en principio para ayudar a unos ayuntamientos y diputaciones que se han desmarcado sin dudarlo del apoyo gubernamental.
Más allá de que la mayoría de las capitales e instituciones provinciales aseguran que no lo necesitan porque dicen estar saneadas y porque no tienen intención de solicitar créditos a corto y medio plazo, los peros de las entidades locales al -para muchos- semidesconocido fondo son numerosos. Algunos lo critican sin demasiada acritud como ocurre con el Ayuntamiento de Salamanca, que considera que las condiciones de este instrumento «no están del todo definidas» pese a que el plazo para acogerse a él concluía ayer.
«No es atractivo»
En la misma línea, desde la Diputación de Segovia afirman que el fondo «no es lo suficientemente atractivo», mientras que desde la de Valladolid se admite que esta herramienta ha generado «ciertas dudas» que finalmente han pesado para que no se sumen a él. En la misma provincia, pero con más saña, el concejal de Hacienda del ayuntamiento vallisoletano, Alfredo Blanco, después de estudiarse el Real Decreto publicado a finales de diciembre, asegura que el famoso «tipo cero» para los intereses de los préstamos sólo está garantizado en 2015 «y nadie está en condiciones de afirmar que será así en los años sucesivos». Ante las «incertidumbres» que genera una normativa «que no nos garantiza como va a evolucionar en el futuro», el rechazo del consistorio es evidente «porque tampoco lo consideramos necesario» al igual que ya les ocurrió con el plan de pago a proveedores -al que tampoco se acogieron la mayoría de los ayuntamientos y diputaciones de la Comunidad-. Más radical aún -amparado quizás en las siglas del PSOE- se muestra el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Soria, Luis Rey, que piensa que adherirse a esta fórmulas sería «firmar a ciegas porque las condiciones no están fijadas y el supuesto regalo es sólo para el primer año». Además de preguntarse «qué es eso de una inversión financieramente sostenible -así aparece en el decreto-», acusa al Ministerio -en consonancia con las quejas de la Junta- de «hacer operaciones para salvar a los más apretados mientras que a los que estamos bien nos lanzan un caramelo que no sabemos si está envenenado». Para el edil, Montoro «sigue improvisando para dar solución a algunas comunidades por presiones políticas cuando habría fórmulas más fáciles y sobre todo menos opacas que se podrían activar». En su opinión, «si nuestro ayuntamiento propusiera algo así nos estarían sacudiendo hasta en el carné de identidad».
Entre las que sí se suman destaca el caso del Ayuntamiento de Ávila. Su concejal de Hacienda, Félix Olmedo, admite que puede ser «un balón de oxígeno que nos dote de mayor solvencia y liquidez». Sin embargo, los halagos se quedan ahí porque, al igual que el Gobierno regional, denuncia los «agravios» que ha sufrido su ciudad «al apretarse el cinturón más que otras que al final han sido más beneficiadas. Ni hemos recibido el mismo trato ni la distribución ha sido equitativa», denuncia. Desde el Ayuntamiento de Zamora, en cambio, se considera que es «una posibilidad muy ventajosa, a la que se podrá recurrir para la ejecución de proyectos ya previstos como la construcción del nuevo edificio del Parque de Bomberos o la rehabilitación del Mercado de Abastos».
Si en el resto de consistorios y diputaciones se limitan a señalar que no se prevén pedir nuevos préstamos que encajen con el fondo de impulso económico, en León capital la situación es más delicada porque no han podido sumarse al contar aun con una deuda muy elevada.
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