fútbol
El Valladolid duerme en puestos de ascenso directo
Los goles de Álvaro Rubio y Mojica dan la tercera victoria consecutiva a los pucelanos que alcanzan la segunda posición
Tres victorias en otros tantos partidos. Nueve puntos de nueve posibles. Once goles a favor y ninguno en contra. Sin duda el Real Valladolid ha sabido superar con nota la mala racha de resultados que cosechó durante el mes de diciembre y que a punto estuvo de convertirse en una grave crisis. Unos números que redondeó tras vencer al Deportivo Alavés (2-0) en un duelo en el que los pucelanos tuvieron que sufrir más de lo que el resultado puede dar a entender y en el que la calidad de sus jugadores ofensivos fue determinante.
Y es que enfrente se encontraron a un rival peleón, duro y que puso mucha intensidad en el campo dificultando el juego pucelano. Eso sí, en los primeros 45 minutos apenas pusieron en apuros la portería defendida por Javi Varas. Sobre todo por la excelente aplicación defensiva del equipo. Incluso pese a que, por la sanción de André Leao, tuvieran que cambiar de nuevo el sistema de tres medios centros a dos y que en su lugar entrara Jonathan Pereira para acompañar en ataque a Oscar González.
El gallego, recientemente fichado en el mercado de invierno, se convirtió en el principal baluarte de los castellanos en ataque y de sus pies salieron las mejores jugadas ofensivas. Ni siquiera la «paliza» que recibió por parte de los jugadores contrarios que convirtieron sus tobillos en la diana a la que acertar, impidieron el recital de juego que dio en los primeros 45 minutos.
De hecho, el primer gol se fraguó en sus botas. Lanzó un perfecto pase a profundidad a Mojica que, tras recortar en el área, espero la llegada de Álvaro Rubio para que el medio centro, con un disparo seco desde dentro del área grande, colocara el balón dentro de la portería.
Un tanto que sirvió para que los castellanos jugaran con más tranquilidad y que su rival empezara a despistarse. Dos circunstancias que hicieron que Jeffren, Mojica y Oscar disfrutaran de dos ocasiones para hacer el 2-0 pero en el que su falta de puntería les dejara con la miel en los labios y que al descanso se llegara solo con el 1-0.
Tras la vuelta de los vestuarios el partido siguió por los mismos derroteros. Pero esta vez con el Alavés más dispuesto a pisar el área contraria y un Valladolid algo más timorato.
Susto reparador
Así, los visitantes, tuvieron varias opciones de empatar. La más clara un remate de cabeza de Despotovic que se estrelló en el travesaño y que se convirtió en un antes y un después de los segundos 45 minutos.
Porque a partir de ese momento el Valladolid volvió a tomar las riendas del choque. Más cuando Rubi dio entrada a Sastre para fortalecer el centro del campo y regresar así al sistema de tres medios centros. Una fórmula que parece mágica para los pucelanos y con la que, después de un gran pase del propio Sastre a Oscar que asistió a Mojica para anotar otro gol, dejaran cerrado el partido.
Un triunfo que permite a los castellanos terminar la jornada en la segunda posición, en puestos de ascenso directo y con la recuperación de las buenas sensaciones del inicio de la campaña.
