política

León gana el pulso a los números rojos

Tras rozar la «quiebra», el Ayuntamiento remonta y prevé que sus cuentas estén saneadas en 2016

León gana el pulso a los números rojos ana m. díez

rosa álvarez

Cuando a mediados de 2011 el actual equipo de Gobierno tomó las riendas del Ayuntamiento de León ya intuía que la tarea no sería sencilla. La «maltrecha» situación de las arcas municipales fruto de años de «despilfarro» preocupaba al nuevo alcalde, que quiso conocer la magnitud del daño antes de elegir las cartas con las que debía jugar esta complicada partida. Encargó una auditoría que cuantificara la deuda y cuyo resultado final fue «estremecedor». A 31 de diciembre de 2010 el agujero en las cuentas ascendía a 437,2 millones de euros que crecían a razón de 100.000 euros diarios en concepto de intereses. Además, en los cajones de los despachos se acumulaban 25.000 facturas sin pagar correspondientes a servicios prestados por 2.400 acreedores. «Nos ha tocado administrar la miseria», lamentaba Emilio Gutiérrez consciente de que en un Consistorio cuya deuda por habitante superaba los 3.000 euros el margen de maniobra era prácticamente nulo. El camino no fue fácil, pero las piezas del rompecabezas que entonces eran las cuentas comenzaron a encajar. ¿La clave? «Gestión, austeridad, sencillez y gastar menos y mejor», subraya Gutiérrez.

Se tomaron medidas para el ahorro y la contención del gasto desde el primer día y en un contexto de crisis y de recortes generalizados a León le tocó dedicar aún más tiempo y trabajo a ordenar un «desastre financiero y presupuestario» que -en palabras del alcalde- amenazaba con finalizar en «quiebra técnica». Como resultado, actualmente el Ayuntamiento está en posición de ganar el pulso a los números rojos, ha logrado rebajar su deuda hasta los 275 millones y prevé que a finales de 2016 -seis años antes de lo previsto inicialmente- sus cuentas estén saneadas. «Hemos pagado lo que otros no pagaron y las empresas que nos sirven cobran en menos de 30 días. Además, se ha conseguido sin cargar las deudas en los bolsillos de los leoneses», explica satisfecho.

Su determinación -llegó a la Alcaldía anunciando cien medidas para iniciar la recuperación en los cien primeros días de Gobierno- hizo que los cambios comenzaran a notarse desde el comienzo. Se suprimió el coche oficial asignado al alcalde; la escolta; las dedicaciones exclusivas de los tres grupos de la corporación logrando una reducción de 660.500 euros (calculada a 4 años); se limitaron los cargos de confianza recortando el gasto en 285.000 euros anuales y también se eliminaron comisiones (70.000 euros menos al año) y los miembros que las integran (100.000 euros anuales menos).

Se puso coto a todos los desembolsos superfluos y, como ejemplo, el alumbrado navideño costó en 2011 153.000 euros menos que el año anterior; se eliminaron 1.955 puntos de luz en dependencias municipales y la factura eléctrica de 2012 se rebajó en 600.000 euros. Prescindir del papel timbrado permitió ahorrar 50.000 euros al año y el gasto en telefonía se redujo a más de la mitad de lo que se pagaba en 2010. También se llegó a un acuerdo con Correos (que aún se mantiene) que supuso dejar de desembolsar 100.000 euros en los últimos meses de 2012; se dotó a la Policía Local de vehículos híbridos con los que ahorrar 300.000 euros y se limitó el consumo de combustible en los edificios municipales (10% menos en 2012), entre otros.

Municipalización de servicios

Con estos pequeños gestos se lograron grandes avances, pero el principal ahorro vino de la municipalización de Urbaser (encargada de la recogida de residuos y la limpieza viaria de la ciudad) con 10 millones de gasto menos y de Emilsa (que se ocupaba de la limpieza de interiores de los edificios municipales) con 1,5. Además, el capítulo de personal también se vio «tocado» y en el plan de ajuste presentado en marzo de 2012 para poder optar a uno de los créditos ICO concedidos al Ayuntamiento -que preveía un ahorro total de unos 300 millones hasta 2022- una de las medidas que se incluían para alcanzar este objetivo pasaba por el recorte de 150 empleados de la plantilla. Unos 100 con contratos temporales que no serían renovados y diez vinculados a jubilaciones. Hasta 2022 se esperaban también unas 300 jubilaciones que no serían cubiertas.

Ese mismo año (2012) Gutiérrez confesaba que el Ayuntamiento de León era un «monstruo» que lo consumía «todo» y que obligaba a luchar por «la supervivencia» de cada día con decisiones a veces «difíciles». Con ellas, con las pequeñas medidas, con los créditos obtenidos y con las facilidades concedidas para su reembolso León puede mirar al futuro. «A partir de ahora podremos hablar de recuperación económica», comentaba Gutiérrez hace tan sólo unos días.

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