sanidad
Las farmacias rurales operarán desde este verano con la receta electrónica
El nuevo sistema beneficiará especialmente a los pacientes crónicos, que no tendrán que acudir al médico a por la prescripción
La ventaja de llegar los últimos es que se aprende de los errores y, sobre todo, se corrigen. Eso es lo que va a suceder con la implantación de la receta electrónica, ya que Castilla y León es la última Comunidad en ponerla en marcha, lo que ha permitido aprender de otras experiencias. Así las cosas, si llegan a buen fin las previsiones de los farmacéuticos, el nuevo sistema comenzará a implantarse en la región el próximo verano y lo hará comenzando por el mundo rural.
De momento, este colectivo está haciendo los deberes y ya empezó en octubre con la adaptación de sus establecimientos, dotándolos de la solución tecnológica necesaria. Para ello, el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl) ha llegado a un acuerdo con la operadora Vodafone para conectar los 1.870 puntos de dispensación de medicamentos (1.631 farmacias y 246 botiquines). Según explicó ayer el presidente de Concyl, Jesús Aguilar, la solución técnica de esta operadora encajaba con las exigencias de seguridad y servicio. Además, presentó una oferta para que la cuota de cada farmacia sea lo más ajustada posible y en condiciones de igualdad entre la zona rural y la urbana.
Finales de 2015
El resultado es que si bien desde la Consejería de Sanidad se asegura que el nuevo sistema estará listo a finales de este año, la implantación de la red que conecta las farmacias con la aplicación ya ha comenzado, de forma que está previsto que toda las farmacias estén preparadas para dispensar medicamentos con el nuevo sistema antes del próximo verano.
La implantación del sistema comenzará por la zona rural, para ir de menos a más, de la zona más pequeña a la más grande, donde hay más población. Para empezar tres municipios de la provincia de Valladolid, Tudela de Duero, Cigales y Medina de Rioseco, son los seleccionados para llevar a cabo la llamada «prueba de concepto», para, a partir de ahí, extender la aplicación por toda la zona rural y acabar en la urbana. El objetivo, según señaló Aguilar, es garantizar que todas las farmacias tengan acceso a la receta electrónica y lo hagan en igualdad de condiciones con un mismo gasto, ya que «no hemos tenido acceso a ayudas ni subvenciones» y recordó que actualmente hay 260 farmacias con una viabilidad económica comprometida. «Sólo así podemos asegurar que todos los pacientes puedan acceder a los medicamentos en las mismas condiciones», señaló. Lo cierto es que según Concyl, el gasto para cada farmacia por la conexión al sistema alcanza los 4.000 euros, a los que habrá que sumar un fijo mensual que puede rondar los 70 euros.
Precisamente, el director territorial de Vodafone España en Castilla y León, Mariano Galán, destacó la importancia de un proyecto que resulta especialmente complejo por la extensión de la Comunidad, lo que obliga a ir con distintas soluciones «a medida», desde la línea RDSI, al 3G y 4G, pasando por las soluciones vía satélite que se van a utilizar en 17 puntos de farmacia, sin olvidar las necesidades de movilidad para los farmacéuticos responsables de dispensar desde botiquines de farmacia. De esta forma, cada farmacia se conectará a la red de forma diferente, dependiendo de las soluciones tecnológicas existentes en su ubicación.
Jesús Aguilar insistió en que la receta electrónica es «un proyecto fundamental para el futuro de la farmacia y del sistema de salud de Castilla y León» y tiene importantes ventajas tanto para los pacientes, como para el sistema de salud. Así, en el caso de los enfermos crónicos, el nuevo sistema permite prescribir medicamentos por un periodo de hasta un año, lo que provocará una reducción de las visitas al centro de salud y, por lo tanto, disminuirá también el trabajo de los médicos. También se mejorará la seguridad del uso de los medicamentos y permitirá un mejor control y seguimiento de los tratamientos, con mayores garantías en la dispensación. Además, la inmensa mayoría de las farmacias tendrán «back up» en la conexión, un sistema alternativo por si se producen caídas en la red de conexión principal que garantiza la continuidad del servicio.
Una vez que Castilla y León tenga implantada la receta electrónica, el siguiente paso será conectar todos los sistemas autonómicos para que el paciente pueda obtener en cualquier punto del territorio nacional su medicamento mediante este nuevo sistema de dispensación.