noción personal
Montoro la monta
En el último tramo de gobierno de José María Aznar al frente de España fue el ministro andaluz Montoro el encargado de la Hacienda pública. Culminó una época de crecimiento económico y riqueza general que otros habían iniciado tiempo atrás. Quedaba, eso sí, en la sombra de tanto desarrollo que llevó a codearnos con los «grandes», el desmantelamiento de empresas públicas que salieron al mercado ahora en manos privadas. Quizás, y sólo quizás, algunas de esas «joyas» de la Corona, nunca debieron de perder del todo el control del Gobierno, de ahí la llamada «acción de oro», que como la Santísima Trinidad, es todo un misterio para nosotros los mortales por su poca o nula aplicación.
Y en éstas Montoro se salió con la suya. Ni Pizarro, el expresidente de Endesa, ni Cañete, ni nadie más. Él y solo él se sumó desde el minuto uno de Gobierno «Rajoniano» al mando de la nave. Guindos amaga, pero Montoro dispara.
En Castilla y León, para entendernos, lo que más preocupa después de una legislatura de control y restricción del gasto público, que fue bienvenido y entendemos y asumimos con obediencia al servicio del bien común, no nos entra en la cabeza que ahora sobren 8.000 millones de euros de las arcas destinadas para las regiones y con ello se condone el interés de lo prestado a los más gastadores. Éste y otros temas son los que en plenas Navidades han encendido al presidente Herrera. Al que siempre le pedimos un poco de árnica y menos diplomacia. ¿Cómo es posible que catalanes, andaluces, gallegos, vascos, valencianos y otros que son más manirrotos, les salga la fiesta regional en mejores condiciones que a nosotros? En esta ocasión, sólo podemos aplaudir las gestiones de Pilar del Olmo, de Herrera y de todo el equipo económico de la Junta para dejar bien claro que somos pocos, ya menos de dos millones y medio, pero honrados a carta cabal y no tontos.