Findus compra a Nestlé su centro de producción de Valladolid

Grupo Findus ha alcanzado un acuerdo con Nestlé España para adquirir el negocio de congelados de La Cocinera, que incluye la marca y el centro de producción de Valladolid. En él se elabora la gama de platos preparados congelados que se comercializan con la marca La Cocinera, compuesta por croquetas, empanadillas, lasañas y canelones, entre otros. El centro cuenta con una plantilla de alrededor de 200 personas entre fijas y temporales.

Findus, dedicada exclusivamente a la elaboración de productos congelados y «líder» en verduras y salteados, contará gracias a esta adquisición, con su primer centro de producción de platos preparados en España, informa Ical.

Las masas refrigeradas (obleas, hojaldre, pasta brisa, etc.) que hoy se comercializan bajo la marca La Cocinera no forman parte del acuerdo. Estos productos pasarán a comercializarse bajo la marca Buitoni, que ampara ya las gamas de pizzas congeladas, y pastas y salsas refrigeradas de Nestlé.

Findus Group es uno de los grupos «líderes» europeos del mercado de la alimentación congelada con más de 6.000 empleados y una facturación que supera los 1.400 millones de euros. En concreto, Findus Sur de Europa es «líder» con ventas de 300 millones de euros, primero en Francia y tercero en España y Bélgica en el mercado del congelado.

Por su parte, Nestlé tuvo una facturación de 2.083 millones de euros en 2013 y una plantilla media de 5.665 personas, y «lidera» el mercado con una amplia gama de productos alimenticios: alimentos infantiles, lácteos, chocolates, cafés y bebidas a base de cereales, culinarios, cereales para el desayuno, helados, aguas minerales y especialidades de nutrición clínica. Tiene también una importante presencia en el mercado de alimentos y cuidados para mascotas. En la actualidad, Nestlé cuenta con 12 centros de producción distribuidos en siete comunidades autónomas. El 44 por ciento del total de la producción española se destina a la exportación, principalmente a países de Europa.

El acuerdo suscrito entre ambas multinacionales está sujeto a la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.