sanidad
La Junta casi descarta que el misionero ingresado en Valladolid tenga ébola
René González «está estable y muy tranquilo» en el Río Hortega, donde también están aislados sus padres
Tengo la convicción personal de que no se trata de ébola», dijo ayer el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, después de dar a conocer todos los detalles sobre el ingreso en el hospital Río Hortega de Valladolid de un misionero sospechoso de padecer la enfermedad del ébola.
Se trata de René González, de 40 años, perteneciente a la orden de los Agustinos Recoletos, que llegó a Madrid el 11 de diciembre procedente de Sierra Leona, para posteriormente, el día 16, trasladarse a la localidad vallisoletana de Olmedo. Desde entonces, los servicios de epidemiología de la Consejería de Sanidad han realizado una labor de seguimiento, tal y como establece el protocolo, de forma que fue el domingo cuando se produjo un cuadro febril acompañado de una fuerte cefalea, que llevó a considerar la necesidad de un ingreso hospitalario para su aislamiento e investigación.
De esta forma, desde ayer este misionero, que no realizaba labores sanitarias sino educativas, se encuentra en el bloque cuatro del nivel cero, una zona completamente aislada y preparada para tratar la enfermedad, del hospital Río Hortega de Valladolid, declarado centro de referencia para el ébola en Castilla y León, por lo que todos los casos sospechosos deben ser trasladados a estas instalaciones.
Junto con el paciente, también ingresaron sus padres, de avanzada edad, ya que son considerados como de alto riesgo, al haber estado junto a un posible caso cuando aparecieron los primeros síntomas.
El consejero de Sanidad, que compareció en la tarde de ayer ante los medios de comunicación, quiso trasladar a la población un mensaje de tranquilidad e insistió en que se trata de «un caso en investigación, con el que se ha activado el protocolo de actuación ante una sospecha de ébola porque cumplía los criterios clínicos, esto es, fiebre y haber estado en un país afectado por le enfermedad, como es Sierra Leona. «Las cosas han funcionado bien -señaló Sáez Aguado-, incluidos los servicios de emergencia», a los que hubo que movilizar para hacer el traslado de las tres personas, desde Olmedo a Valladolid, con todas las medidas preventivas necesarias. En cualquier caso, el consejero explicó que son varias decenas de casos los que se han sometido a investigación en los últimos meses en toda España y de ellos sólo uno, el de Teresa Romero, dio positivo.
Será durante la jornada de hoy cuando se den a conocer los resultados del test de sangre que se ha enviado al Carlos III de Majadahonda. Si resulta negativo y no está infectado por el virus del ébola, habrá que esperar 72 horas, de forma que el día 31 volvería a hacerse un segundo análisis que, si vuelve a ser negativo, permitiría a los tres pacientes ingresados en el Río Hortega regresar a su casa.
La jefa del Servicio de Vigilancia Epidemiológica, Sonia Tamames, también quiso lanzar un mensaje de tranquilidad porque la enfermedad no se transmite si no aparecen los síntomas, por lo que las únicas personas que han mantenido contacto con el misionero una vez que éstos aparecieron fueron sus padres, actualmente aislados en el centro hospitalario. Precisamente, en su caso, si se llegase a confirmar la enfermedad de su hijo, tendrían que pasar un periodo de cuarentena de 21 días. Tamames también insistió en que el caso del misionero «es de bajo riesgo» porque en África no había tenido ninguna incidencia y no estuvo en contacto con infectados. «La sospecha de que padezca el ébola es bajísima pero cumple los criterios para la investigación», puntualizó.
Por su parte, el miembro del Comité Asesor para el Ébola y responsable de la Unidad en el Río Hortega, Pablo Bachiller, confirmó que el paciente se encuentra «estable, muy tranquilo y anímicamente muy sereno». Está ingresado en una de las habitaciones habilitadas para estos casos en el centro hospitalario a la que se han «introducido mejoras» y con personal al que se forma continuamente. De esta forma, el equipo está formado por cuatro médicos, además de enfermeras, auxiliares y personal de limpieza. También están preparados, por si tuvieran que intervenir, personal de Cuidados Intensivos, de extracciones y de Radiología.
Junto con el misionero de Olmedo, la Consejería de Sanidad está haciendo actualmente otro seguimiento, en este caso a una persona procedente de Liberia, donde realizaba labores sanitarias, que se encuentra en Valladolid y que está a punto de cumplir los 21 días de control protocolario, una medida que se aplica a todas las personas que llegan a España procedentes de países africanos afectados por el ébola.