sanidad
Implantan en Salamanca el primer ventrículo artificial a una mujer
Antonio María Sáez destaca la «calidad y altura» de la sanidad de Castilla y León
El Hospital Clínico de Salamanca ha implantado un ventrículo artificial a una mujer de 73 años con insuficiencia cardiaca grave, que no podía recibir un trasplante de corazón, siendo ésta la primera vez que se coloca un dispositivo de estas características a una mujer en España. Además, es la paciente de mayor edad a la que se ha tratado con esta asistencia -siete en total-. El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, y los jefes de Cirugía Cardíaca del Hospital Clínico de Salamanca, José María González Santos, y del Servicio de Cardiología, Pedro Luis Sánchez explicaron ayer los pormenores de la operación que se realizó el pasado día 16 de diciembre y que se prolongó durante dos horas y media.
El dispositivo, llamado Heartware, con un coste próximo a los 100.000 euros es el ventrículo artificial de menores dimensiones, ya que sólo pesa 120 gramos, y consta de una bomba que «se ancla» en el vértice inferior del corazón y se conecta a la arteria aorta. Funciona sustituyendo la función ventricular, mediante un mecanismo de flujo continuo que extrae la sangre del ventrículo izquierdo y la bombea a la arteria aorta para que la sangre pueda ser distribuida por todo el cuerpo. A diferencia de otros aparatos similares, el ahora implantado está alojado dentro de la caja torácica y dentro del pericardio. La bomba está conectada a un controlador a través de un cable que sale a la altura del abdomen. Este monitor recibe la alimentación necesaria para que la bomba funcione mediante la conexión de dos baterías o a un enchufe convencional. El controlador, que es portátil y pesa alrededor de 1,5 kilos, hace funcionar la bomba y también proporciona mensajes de texto y alarmas audibles.
La paciente, que por su edad «no era candidata a recibir un trasplante humano», está teniendo, en palabras del doctor Pedro Luis Sánchez, «una evolución satisfactoria, aunque sigue ingresada para acostumbrarse a cambiar las baterías, a hacerse curas de la herida y a adaptarse al aparato».
Este tipo de terapia, que permite al paciente hacer una vida normal, es muy utilizada en Alemania o en Estados Unidos, aunque en España, «por la situación económica», no se ha realizado de forma habitual, según José María González, quien, sin embargo, reconoció que en el país germano, donde se implantan en torno a cien dispositivos al año de este tipo, no se realizan «demasiados trasplantes de corazón» ya que «suele haber una lista de espera de cuatro años».
El consejero presume
Por su parte, el consejero se refirió a que la implantación del ventrículo artificial «irá adquiriendo en los próximos años una mayor relevancia, y abre además una puerta a todos aquellos pacientes que no podían recibir un trasplante de corazón por razones de edad o pluripatología». Con esta intervención, según el consejero, se ha demostrado «la altura y la calidad» sanitaria que se presta en los «hospitales públicos de Castilla y León y concretamente de Salamanca». Además, esta técnica se irá incorporando a la cartera de servicios de la Sanidad pública de la Comunidad Autónoma, ya que, según los datos aportados por el jefe de Cirugía Cardíaca, «puede dar una supervivencia de entre seis y siete años a personas que solo tendrían unos meses de expectativas de vida por su patología coronaria.