alimentación
Una Navidad en la tierra
Turrones, polvorones, espumosos, ibéricos, mazapanes, es mucha la variedad regional para estas fechas
En la epoca navideña, entre otras muchas bondades, como el reencuentro de las familias, la alegría en las calles, los especiales alumbrados, o los regalos, hay una que se alza por encima de todos: los productos típicos de estas fechas. Turrones, polvorones, mazapanes, bombones o tortas, se convierten en los invitados estrella de todas las comidas y reuniones familiares que se precien. Los amigos de lo dulce están de enhorabuena ante semejante festín. Y en Castilla y León cada vez son más las opciones autóctonas para servir esta navidad los mejores productos.
En el sur de Salamanca se ubica uno de los epicentros de los sabores navideños por excelencia: La Alberca. En este municipio de poco más de 1.000 habitantes, se regentan varias confiterías especializadas en el producto típico de estas fechas, el turrón. Mari Luz Lorenzo es la propietaria de uno de estos establecimientos, «El Pan Negro de Mari Luz», que el pasado año saltó a la fama por su innovador turrón de jamón ibérico. «He notado que viene más gente que otros años, porque cada vez nos conocen más», señala. En este paraíso para los amantes de los dulces, Mari Luz elabora con recetas propias desde los tradicionales turrones «blando y duro», hasta otros más innovadores como el de «vino Pedro Ximenez con piñones»; de «naranja, jengibre y peta zetas»; de «aceite de trufa»; o el «turrón negro con nueces y miel» del que asegura tener la receta «únicamente en su cabeza» para evitar que la copien. A este arsenal de dulces se le une este año otra novedad como el «turrón ibérico de bellota con piñones».
Mari Luz señala que, desde detrás del mostrador, parece que la gente «ha perdido el miedo a gastar» y se están «animando más». «La gente se lleva un turrón tradicional, y luego alguna de las novedades», añade. Así, apunta que esperan incrementar la facturación y las ventas durante la época navideña, pese a que estos despachan turrón «todo el año».
Otro de los productos estrella asociados a los últimos compases de cada año son los polvorones, y en el municipio vallisoletano de Tordesillas, la Pastelería Galicia se ha especializado en este dulce. «Esperamos vender unos 110.000 kilos de polvorones», señala Carlos Galicia, el propietario de esta confitería, que prevén un aumento en las ventas respecto a 2013. «Existe un repunte, a la gente se la nota con más alegría y más dinero para gastar», indica Galicia, que recalca que, pese a ser un producto estacional, estos lo despachan todo el año. El experto en dulces reconoce que sus clientes «son de los que aplasta el polvorón antes de comerlo».
En Soria, la confitería Juan José Lagunas es otro de los ejemplos de artesanos de dulce navideño que en estas fechas aumentan facturación y trabajo. «Durante estos años, en la época de Navidad no hemos notado la crisis, la gente compraba igual», asegura Felisa Arranz, que cifra en más de 300 los kilos de turrón que esperan despachar. Sin embargo, a diferencia de otros, esta confitería solo elabora este producto durante el invierno debido al alto esfuerzo de producirlo. Entre las once variedades de turrón que ofertan, Arranz destaca el «suizo», elaborado con mantequilla, como el más solicitado.
El calor de la plaza Mayor de Valladolid se encuentra uno de las pastelerías más famosas de la ciudad: Iborra. Desde esta firma, cuyo origen se remonta a 1900, Antonio Iborra afirma que este año «se ve a la gente más animada» por lo que esperan un repunte en las ventas de sus productos navideños. Las estrellas de su escaparate son los tradicionales «turrón de Jijona y Alicante», a lo que se le suma una legión de dulces como «cocos, natanuez o pan de Cádiz».
Espumosos en lugar de cava
Otro de los productos que durante las celebraciones tienen un lugar de honor reservado son los distintos espumosos que las nueve Denominaciones de Origen de la región guardan en sus bodegas. Además, este año, parece que el desafío soberanista catalán impulsará su venta más allá de las fronteras autonómicas en detrimento del cava. Así, el director de Marketing del Grupo Sarria, José Luis García Blázquez, reconoce que en el caso de Palacio de Bornos, «prevemos una campaña buena gracias a determinados consumidores que buscan alternativas al mercado catalán», con la que mantener la producción del pasado año que ronda las 150.000 unidades. En Castilla y León se calcula que aproximadamente una treintena de bodegas elaboran este tipo de caldos, con una producción que supera el medio millón de botellas.
Desde el Grupo Yllera, Marcos Yllera, apunta a que este 2014 «se va a vendar más, porque así lo están diciendo los distribuidores». De la bodega del grupo de Rueda, esperan despachar esta campaña 160.000 unidades de su famoso «burbujas Cantosán», lo que supone un crecimiento del 12 por ciento respecto a 2013. Estas estimaciones han llevado a Yllera a incrementar la producción para satisfacer la demanda. El Grupo Matarromera, por su parte, espera un repunte del 20% en las ventas de sus «espumosos» hasta las 15.000 botellas, señala su director comercial, Javier Cornadó, que reconoce que «la situación política actual esta propiciando el interés del consumidor en otras espumosos».
Por último, la berciana Prada a Tope elaborará 20.000 botellas de sus variedades de blanco y rosado para esta campaña navideña.
Un «lujo» navideño
Entre las estrellas de cada celebración durante estas fiestas, los foies ocupan un lugar central en las mesas. Algo que certifican desde Selectos de Castilla, que señalan a su «foie gras micuit» como el producto más demandado en las navidades. Enrique de Prado, consejero delegado de la firma palentina, asegura que esperan «repetir» los números de ventas de 2013 a pesar de que este año «la campaña se ha retrasado un poco». «Prevemos una buena Navidad, y es una época que nos va a permitir terminar el 2014 de una forma mejor», destaca. Por su parte, también advierte un cambio de tendencia en las compras que han pasado a formatos «más pequeños» y de «consumo individual».