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Tres acusados montan un «show» en la Audiencia de Segovia
Aplazado el juicio por un intento de homicidio y dos robos tras una accidentada sesión en la que los acusados reniegan de sus defensas y ponen a prueba al tribunal
La Audiencia Provincial de Segovia aplazó sin fecha, como mínimo hasta enero, el juicio por un presunto delito de intento de homicidio y robos en dos restaurantes de Pedraza (cometidos la noche del 11 al 12 de enero de 2012) tras una accidentada sesión sin precedentes para los jueces y abogados que participaron en ella. Los tres acusados, dos hermanos y un sobrino de ambos, cargaron contra sus defensas, pidieron sin éxito ser juzgados en Madrid y, después de rozar la imputación de desobediencia e incluso de que uno de ellos se refiriera a los magistrados como «delincuentes», lograron que el tribunal les diera tres días para buscarse letrados «de confianza».
En realidad sólo se aceptó la petición de uno de los procesados porque era la primera vez que planteaba la recusación, mientras los otros dos ya han rechazado a cinco abogados en los casi tres años de instrucción de este caso y fueron apercibidos de fraude de ley. Pero en la práctica los tres tendrán la oportunidad de cambiar de letrado si pagan por él; de lo contrario, seguirán con los mismos de oficio.
Lo poco que se avanzó en esta sesión, además, deberá repetirse, y al segundo intento de juicio llegarán los tres acusados sin nuevas imputaciones pese a su desafío al tribunal, frente al que pasaron buena parte de la jornada con gorros, capuchas y bragas de cuello: «Quítense eso por favor, estoy hablando con personas, no con maniquíes», llegó a advertirles Pando.
Los tres abogados defensores admitieron que nunca habían vivido una situación semejante, con incidentes y actitudes «más propias de juicios por terrorismo, no por robos», señaló el letrado Manuel García Cobo, en declaraciones a Ical, al salir de la sala después de casi tres horas de agitada sesión, con dos recesos incluidos. Coincidió en su comparación el juez Salinero, y el presidente del tribunal y de la Audiencia, Ignacio Pando, reconoció que, pese a haber dado sólo tres días de plazo para la búsqueda de nuevas defensas, el juicio ya no podrá celebrarse al menos hasta enero.
La jornada se desarrolló ante la desorientada mirada de una veintena de estudiantes de Derecho a los que Pando tuvo la deferencia de improvisarles una breve lección al acabar la sesión para aclararles lo ocurrido, que «desde luego no es normal», afirmó. Una «clase magistral» en la que también participó uno de los letrados defensores, Isaac Toranzo, quien se ofreció a explicarles algunas de las limitaciones del turno de oficio, tan criticado por los acusados en su intento de argumentar por qué sentían «vulnerados» sus derechos.
Por supuesto que no era ésta la primera vez que se producen peticiones de recusación en la Audiencia segoviana, pero no a estas alturas del proceso y con semejantes formas. Nada más empezar la sesión, los acusados, que en la actualidad cumplen condenas por otros delitos, denunciaron uno a uno sentirse víctimas de un «circo mediático» y de «falta de tutela judicial efectiva».