Un gol de Mojica acaba con la mala racha pucelana

Sin brillantez, pero con mucha eficacia, el Real Valladolid rompió ayer su mala racha después de derrotar al Recreativo de Huelva (1-0). Un triunfo que le sirvió para disipar los fantasmas provocados por estar cinco partidos sin ganar –cuatro de Liga y uno de Copa - y que mostró la cara más eficaz del conjunto blanquivioleta. Porque ante un rival que llegó a Zorrilla con la idea clara de solo defender y esperar alguna opción de gol, los pucelanos tuvieron que vestirse con el mono de trabajo y dejar colgado, para otra ocasión, el frac.

Y es que desde el inicio del partido ya se vio que el Recre no quería la pelota. Colocó dos líneas de cuatro jugadores por detrás de la línea del centro del campo y dejó a sus dos delanteros con la única misión de entorpecer la salida de balón de los centrales rivales.

Una circunstancia que, sumando los nervios de los castellanos, hizo que la primera parte fuera soporífera. Eso sí, los hombres de Rubi apenas sufrieron ningún susto porque tuvieron claro que habría que trabajar mucho para hacerse con la victoria. Así, los balones divididos y los rechaces fueron siempre para ellos.

De esa forma sabían que no pasarían problemas y que alguna opción de gol tendrían. Como sucedió en el tiempo añadido del primer periodo en el que, después de un centro de Chica, André Leao tocó la pelota dentro del área para que el balón llegara a Mojica quien sólo tuvo que empujarla dentro de la portería. Un gol que marcó el final de los primeros 45 minutos y que dejaba el choque algo más sencillo para los pucelanos.

Después del descanso se esperaba que los visitantes abrieran un poco más las líneas y que buscaran, cuanto menos, el empate. Pero no fue así. El Valladolid siguió tirando de oficio y no dejó ningún resquicio a cualquier atisbo de reacción de los andaluces. Es más, fueron ellos los que gozaron de las mejores ocasiones de gol. Como cuando Óscar mandó el balón fuera cuando ya se cantaba el gol en las gradas dejando claro que la falta de puntería se mantiene como una constante entre los blanquivioleta.

Y aunque no fueron muchas más la opciones de hacer el 2-0, también es cierto que ayer Javi Varas fue un mero espectador que no tuvo que intervenir en ninguna ocasión ya que los andaluces fueron incapaces, por el buen hacer de su rival en la faceta defensiva, ni de acercarse a su área.

Al final un triunfo que sirve para tranquilizar los ánimos en el seno de la familia pucelana y que la mantiene en la cuarta posición, con 29 puntos, a tres del líder.