Expresidentes de las Cajas: del sillón al banquillo
Cinco responsables de las seis entidades de la región en los últimos años ya han hecho el «paseíllo» como imputados
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12345José María Arribas. Expresidente de Caja de Burgos
José María Arribas - R. Ordoñez Desaparecido de la vida pública desde que abandonó la presidencia de Caja de Burgos, José María Arribas ha vuelto estos días a la actualidad con la decisión de una juez de Burgos de que acuda a declarar como imputado tras una denuncia presentada en julio de 2013 por UPyD. Aunque en la providencia no se especifica de qué delitos se le investigan, todo hace indicar que, como en el caso de Santos Llamas, le interrogarán por los créditos que recibió para sus empresas entre los años 2005 y 2010, cuando ejercía de presidente e incluso lideraba la Federación Regional de Cajas que desoyó la recomendación de la Junta de que las entidades de la Comunidad se unieran. Según la denuncia admitida por el fiscal, Arribas habría recibido 34 millones en préstamos concedidos por la propia caja. Un montante que, según los datos de la formación magenta, suma el 93 por ciento de los que en ese periodo se otorgaron a los directivos. La peletera Indasa, radicada en Burgos, habría sido la principal beneficiara de unos fondos entregados, según UPyD, por debajo del precio de mercado, sin garantías suficientes ni avales y meses antes de que entrara en concurso de acreedores y cerrara con el despido de un centenar de empleados dejando una supuesta deuda de 12 millones con Banca Cívica.
Santos Llamas. Expresidente de Caja España
Santos Llamas - ical Si hace poco más de un mes tuvo que escuchar cómo algún afectado por las preferentes le llamaba «ladrón» minutos antes de entrar en la sede de la Audiencia Nacional para negar cualquier responsabilidad en la denuncia admitida por el juez sobre una supuesta estafa en la venta de estos productosa, el futuro judicial de Santos Llamas no pinta mucho mejor. Y es que el Juzgado de Instrucción número 5 de León avanza -con cierta lentitud- en la querella presentada por IU y que, de momento, afecta únicamente a los créditos que recibió el ex presidente de Caja España para sus empresas y para firmas y particulares cercanos a él «en condiciones ventajosas». Su imputación dependerá del informe que remita en breve el Banco de España y en el que se detallaran las operaciones de crédito que se «autoconcedió» -con el visto bueno del Consejo de Administración- y que se elevan a más de 60 millones de euros en medio centenar de operaciones y con periodos de carencia amplios cuando ya había impagos millonarios. De hecho, hace un año, un juzgado ordenó un embargo por el impago de un préstamo de 4,14 millones a su constructura Carriegos.
Julio Fermoso. Expresidente de Caja Duero
Julio Fermoso - ical El juzgado de Instrucción número 52 de Madrid le «recibió» el 4 de octubre de 2013. Julio Fermoso tenía la complicada tarea de explicar a su señoría por qué motivo Caja Duero compró en marzo de 2008 un edificio a la firma Nozar por un total de 55,8 millones de euros, muy por encima de su valoración posterio, y por qué un mes después concedió a la misma empresa un préstamo de 31,5 millones que ya no le devolvió al entrar en concurso de acreedrores y «obligar» a la entidad a tener participaciones en tres filiales del grupo también en situación delicada y cuyo valor se habría devaluado de forma significativa. Estas controvertidas decisiones -por las que también tuvo que declarar el ex director general, Lucas Hernández- habrían deteriorado las cuentas de una entidad que ha acabado absorbida por Unicaja. Además, Fermoso, neurólogo de profesión, fue interrogado por el juez Eloy Velasco en la Audiencia Nacional el pasado 22 de octubre acusado de idear -junto con otros directivos de Duero y España- la comercialización de preferentes «a costa y en perjuicio de los clientes».
Agustín González. Expresidente de Caja de Ávila
Agustín González - efe Más bien de rebote que por su propia gestión al frente de Caja de Ávila, Agustín González se vio obligado a acudir a la sede de la Audiencia Nacional el 19 de noviembre de 2012 para hablar de Bankia. Le esperaba -como a otros 32 imputados- el juez Fernando Andreu, pero también un grupo de afectados por las preferentes que le insultó pese a que su entidad no comercializaba ese tipo de productos. Con un porcentaje mínimo dentro de lo que entonces se denominaba Banco Financiero y de Ahorros (BFA), González trasladó al magistrado que votó «por responsabilidad» a favor de la refomulación de las cuentas de la entidad entonces presidida por Rodrigo Rato y llegó a escudarse en su condición de maestro para explicar que no podía entrar en el fondo ni en el por qué de que en menos de dos meses la entidad -en la que también participaba Caja Segovia- pasara de aprobar unos beneficios de 300 millones a unas pérdidas de 3.000 millones meses antes de ser intervenida para que pasara a manos del estado con un enorme gasto de dinero público.
Atilano Soto. Expresidente de Caja Segovia
Atilano Soto - ical Líder con diferencia en el «ranking» de más «visitas» al juez de entre los expresidentes de Cajas de Castilla y León, Atilano Soto se «estrenó» en estas lides en noviembre de 2012 en su condicion de consejero de la actual Bankia -entonces Banco Financiero y de Ahorro- para decir que no sabía demasiado sobre la reformulación de las cuentas que realizó el grupo en el que participaba Caja Segovia con muy poco peso. Mucho más protagonismo tiene el también expresidente de la Diputación de Segovia en el caso de las prejubilaciones y planes de pensiones millonarias que se concedieron a ocho directivos poco antes de que la mayoría se marchara de ellos se marchara por su entrada en Bankia. En enero, Soto justificó que estos pagos -en torno a 35 millones de euros- se hicieron con «transparencia» y con la entidad saneada. El otro frente abierto arrancó con la denuncia de sus propios excompañeros que, tras su marcha, conocieron que el torreón de Lozoya peligra al presentarse como aval de un préstamo concedido a una sociedad con deudas.