día mundial del sida
Las infecciones por VIH siguen bajando en la Comunidad, aunque superan los 3.000 casos
En la primera mitad del 2014 se han registrado cinco nuevas confirmaciones
El sida mantiene la tendencia a la baja de los últimos años en Castilla y león aunque se acumulan 3.058 casos desde 1981, lo que supone una tasa de 1.213,55 por cada millón de habitantes. Además, se han registrado cinco nuevas confirmaciones en la Comunidad durante la primera mitad de 2014, año en el que el objetivo de la ONU-Sida es “cerrar la brecha”, mensaje con el que se pretende que todas las personas puedan acceder a los servicios que necesitan, según informaron fuentes de la Junta en un comunicado.
Asimismo, los nuevos casos declarados en años anteriores fueron 23 en 2013 (con una tasa anual por cada millón de habitantes de 9,13); 30 en 2012 (11,73); los 29 de 2011 (11,13); y 47 casos en 2010 (tasa de 18,36 por cada millón de habitantes), lo que refleja un descenso continuado anual en los últimos ejercicios.
El sistema de información de nuevas infecciones por VIH de Castilla y León ha recogido 121 nuevos pacientes infectados en 2013 (con una tasa de 48,02 casos por cada millón de habitantes); 125 (49,1 de tasa) en 2012; en 2011, 159 (62,15); en 2010 fueron 133 (51,96); y en 2009, 148 (57,73 casos por cada millón), para un total en el período 2009-2013 de 686 nuevos contagios, informa Ical.
Los datos de la enfermedad, acumulados por el registro castellano y leonés del sida, reflejan que el 78,4 por ciento de los que la padecen son varones y el 21,6 por ciento, mujeres y que, por edades, el grupo de mayor afectación es el de entre 25 y 40 años aunque en los últimos años, más de la mitad de los contagiados tienen entre 40 y 49 años. También en las prácticas de riesgo se observa cambios de tendencias ya que, si bien las más habituales eran las de los usuarios de drogas intravenosas, en los datos de 2012 y de 2013, las prácticas sexuales -heterosexuales y homosexuales-, suponen prácticamente dos de cada tres contagios.
La Junta, en colaboración con el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, mantiene, además del diagnóstico en la red asistencial, el acceso a los test rápidos del virus de la inmunodeficiencia humana en 16 farmacias. Estas pruebas, confidenciales y que ofrecen resultados en poco más de 20 minutos, han de realizarse tras un período ‘ventana’ de tres meses transcurrida la práctica de riesgo y, en el caso de ser positivas, han de confirmarse mediante otras técnicas.
Desde su puesta en marcha a finales de 2010 y hasta el pasado 30 de septiembre de este año se han realizado 3.835 test, de los que 59 ofrecieron resultados positivos, siendo por provincias éste su reparto : Ávila, 106; Burgos, 438; León, 670; Palencia, 119; Salamanca, 943; Segovia, 152; Soria, 152; Valladolid, 1.132; y Zamora, 116.
El Día Mundial del Sida, que se celebra este lunes servirá para insistir en que es posible poner fin a la epidemia de sida antes 2030. Para ello, es necesario “cerrar la brecha” que existe entre aquellas personas que tienen acceso a servicios de prevención del virus de la inmunodeficiencia humana, tratamiento, atención o apoyo y las que no lo tienen. Las autoridades sanitarias y las organizaciones sociales insisten que si se tienen dudas, se debe hacer la prueba del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), para evitar la transmisión.
Según Sanidad, la mitad de los nuevos contagiados en España se deben a portadores que desconocían su condición, lo que pone de manifiesto la importancia del diagnóstico temprano, tanto como medio para evitar la transmisión de la enfermedad como fórmula para que el inicio más rápido posible de los tratamientos existentes colabore a mejorar la evolución y la calidad de vida de las personas infectadas, incrementando su supervivencia.
En ese ese sentido, en 2013, tres de cada cinco personas diagnosticadas de sida en Castilla y León no eran conscientes de su contagio por VIH hasta el momento del diagnóstico y, de ellas, el 61,53 por ciento llevaban una media de diez años infectadas, sin saberlo y sin poder beneficiarse de los tratamientos actuales y del acceso más rápido a ellos, lo que contribuye a mejorar sus expectativas y calidad de vida, además de reducir el riesgo de transmisión de la enfermedad.