Pensar en global, actuar en local

El otro día escuché en una charla al actual director de El Norte de Castilla esa frase. Me gustó. Pronto encontré dónde la había leído antes. Un manual de marketing para directivos de empresas. Hoy podría escribirles a ustedes temas de calado internacional o nacional que me preocupan y que tienen trascendencia en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, estamos en unas páginas regionales donde no encaja un análisis fuera de nuestro público potencial, es decir, ustedes.

Sin embargo, pensar en global guarda bajo su simpleza una actitud hacia nuestro entorno muy abierta, a cambios, a flexibilidad, formación continua y movilidad física. Nosotros, los castellano y los leoneses, todos, somos muy de la tierra. Sin embargo, hemos emprendido conquistas y viajes durante toda nuestra existencia. Tan sólo los que no piensan con apertura de miras son, obviamente, los catetos, los que creen que su mundo termina en la localidad de al lado. Hoy ese pensamiento está condenado a la extinción de los negocios, de las familias y de todo lo que esté así orientado.

Por otro lado, actuar en local, es un mandato imperativo causado por la necesidad más cercana. Vivir el momento, aprovechar los recursos propios, salir del bache, exprimir nuestras potencialidades. También es algo que las gentes que habitan esta Comunidad sabían hacer y tienen que recuperar. No va a existir un Silicon Valley, ni un rey Midas, ni un Estado que resuelva nuestros problemas.

El próximo año tenemos elecciones locales y autonómicas. Todo aquel que prometa soluciones fáciles mentirá. Derribar es más fácil que levantar. Tenemos una estructura revisable, en permanente perfeccionamiento y unos representantes que, sin duda, pueden y deben ser mejores, más austeros, más sinceros, más cercanos; pero no todos son casta corrupta. Como en los tiempos de los clásicos, siempre enseñando, ese destino tiene que estar reservado para los mejores, los que sirvan de ejemplo vital.