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El «boicot» al cava catalán vuelve a disparar la venta de espumosos de Castilla y León

Los delirios independentistas de los nacionalistas están reduciendo las ventas de las «burbujas» catalanas, mientras las de la Comunidad siguen al alza

El «boicot» al cava catalán vuelve a disparar la venta de espumosos de Castilla y León ical

montse serrador

Ya sucedió en 2006, cuando Carod Rovira se pronunció contra la candidatura olímpica de Madrid 2012, lo que provocó un boicot a los productos catalanes. Volvió a ocurrir hace dos años, como consecuencia de los deseos independentistas del presidente de Cataluña, Artur Mas, que provocaron la caída en las ventas de productos como el cava catalán, que en la campaña de Navidad experimentaron notables descensos, en este caso para la alegría de los espumosos de Castilla y León, que ese año vieron cómo se disparaba el interés de los consumidores. En la campaña actual, la situación tiene todos los visos de volver a repetirse, según han confirmado a ABC bodegas elaboradoras de espumosos, que han reconocido que los distribuidores están demandando este producto, ante las peticiones que llegan de clientes y consumidores que buscan una alternativa al cava catalán en un mercado que se sitúa, fundamentalmente, en el centro de España y la cornisa cantábrica.

En 2012, las ventas de vino espumoso ya se dispararon, un nivel que se pudo mantener el pasado año y que para la campaña actual de Navidad se prevé que siga al alza. De hecho, algunas bodegas reconocen, incluso, que venderán toda su producción.

En Castilla y León se calcula que aproximadamente una treintena de bodegas elaboran este tipo de caldos, con una producción que supera el medio millón de botellas. Rueda es la principal denominación de origen productora de vino espumoso, con un total de ocho bodegas; si bien otras como Ribera de Duero, Toro o Bierzo también cuentan con pequeñas producciones, aunque en cantidades mínimas en relación con otras variedades.

En la Denominación de Origen Rueda, su director técnico, Jesús Díez, asegura que las previsiones son buenas, aunque «todo depende de las declaraciones de los políticos». Y es que, en 2006, las afirmaciones de Carod Rovira hicieron que en Rueda, que elabora su espumoso con uva verdejo, se superasen las 700.000 botellas vendidas. 2012 fue otro año de despegue, ya que se pasó de 140.000 botellas a 255.000, cifra que el pasado año continuó elevándose hasta las 288.600 envases, según los datos del propio Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda. Las previsiones para este año también indican que continuará «la crecida». Hay que tener en cuenta que por la forma de elaboración -mucho más manual que en el cava, donde por su nivel de producción el nivel de mecanización es mayor-, los espumosos se pueden poner en el mercado según se vayan necesitando, ya que mientras no se realice «el degüello» (eliminar los restos de la segunda fermentación que hay en el cuello de la botella, a partir de los nueve meses), pueden permanecer en bodega y continuar el proceso de envejecimiento. Son, precisamente, estas características las que provocan que en el mercado pueda tener un precio más elevado que el cava.

DO Rueda

Dos de las bodegas amparadas por la Denominación de Origen Rueda, Grupo Yllera y Palacio de Bornos, arrancan la campaña con buenas previsiones. Marcos Yllera reconoce que «todo apunta a que se va a vender más, porque así lo están diciendo los distribuidores». Esta bodega vallisoletana, que hizo popular sus «burbujas Cantosán», vendió el pasado 125.000 botellas, y para la campaña actual tiene una previsión de 160.000. De hecho, y en función de estas expectativas, la producción también se ha incrementado con respecto al pasado año, aunque, según Yllera, la bodega está en condiciones de responder a la demanda en la medida en que ésta aumente.

En el caso de Palacio de Bornos, el director de Marketing del Grupo Sarria, José Luis García Blázquez, reconoce que «prevemos una campaña buena gracias a determinados consumidores que buscan alternativas al mercado catalán». Recuerda, además, cómo ya en 2012 la bodega dio el gran salto, al pasar de las 95.000 botellas anuales a las 150.000, cifra que se mantuvo el pasado año y que es más que posible que en 2014 se supere, por lo cual se ha incrementado ligeramente la producción. La penetración de esta marca, que oferta cuatro variedades distintas, está, además de en Castilla y León, en la zona centro de España y toda la cornisa cantábrica, mercados que desde 2012 han ido en aumento.

Situación parecida se vive en la Bodega Cuatro Rayas, donde se apunta que en los últimos años el incremento de ventas se ha situado en el 15 por ciento, con una producción que ronda las 60.000 botellas y de la que «se vende todo», aunque hay que tener en cuenta que la cantidad de esta variedad, en comparación con los quince millones de botellas de vino que vende Cuatro Rayas, es muy limitada. En cualquier caso, la demanda existe y prueba de ello, según reconocen, es que los comerciales reclaman ya la producción, al haberse experimentado un cambio de etiqueta tratando de hacer aún más atractivo el producto.

El Grupo Matarromera tiene en Rueda la Bodega Emina, de la que el año pasado salieron 12.500 botellas. La previsión para este año apunta a las 15.000, con un crecimiento anual de un 20%. Su director comercial, Javier Cornadó, asegura que «la situación política actual está influyendo en las ventas del cava y eso está propiciando el interés del consumidor por otras zonas vinícolas que producen espumosos del estilo del cava como es nuestro caso». Esta situación ha permitido a la bodega crecer en este producto en un 20% en lo que va de año con respecto a 2013. Asegura, además, que, de seguir así, el aumento de venta en las tres referencias de vinos espumosos se producirá un incremento en la producción de botellas.

Ribera del Duero también elabora espumosos, aunque en cantidades pequeñas. Es el caso de Arzuaga, si bien toda la producción está destinada a la exportación.

Toro

En la Denominación de Origen Toro producen espumosos Viñaguareña, Fariña y Liberalia, las dos últimas con una producción similar en torno a las 6.000 botellas. Desde la segunda también se reconoce que «la coyuntura política hace mucho», un hecho que, unido al método tradicional con el que elaboran este producto, va a permitir que se siga consolidando en el mercado.

El Bierzo cuenta con varias bodegas productoras de «burbujas». Prada a Tope elabora 20.000 botellas repartidas en sus variedades de blanco y rosado. También ha experimentado el repunte de los últimos años derivado por un mayor interés en el mercado hacia estos vinos.

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