punto de vista
Permanente ceguera
Hay quién dice que la proximidad de un proceso electoral es buena porque reactiva a los partidos, que se apresuran a desbloquear asuntos pendientes y aceleran obras ralentizadas. No les falta razón porque es algo que hemos comprobado ya en muchas ocasiones, pero ahora la cosa es diferente. Los ciudadanos no sólo se han alejado de la política, se han vuelto descreídos y lo más grave es que los partidos parece que no se han dado cuenta. O si sí lo han detectado, son incapaces de hacer algo que revierta la situación. Las elecciones en el horizonte hacen hoy en día que los partidos se enroquen más en si mismos y sean incapaces de hablar, alejándose de lo les demanda la sociedad.
El PP de Castilla y León acaba de anunciar la presentación en las Cortes de un paquete de medidas para regenerar la vida política en la Comunidad. Se precisa la reforma del Estatuto de Autonomía y por lo tanto, el diálogo y el consenso con el resto de las fuerzas política. Se da la circunstancia de que alguna de las medidas ya habían sido reclamadas por la oposición durante esta legislatura y fue entonces el PP quién no entró ni a hablar de ellas.
En política, la oportunidad es un plus y puede que el PP haya utilizado esta máxima para pillar al PSOE con el paso cambiado, sabedor de que el calendario llevará la propuesta a la próxima legislatura. Pero es que la oposición ya las ha rechazado de plano, en una muestra de que ni en los momentos de mayor desprestigio y dificultad del ejercicio de la vida política, son incapaces de escenificar la posibilidad dialogar sobre cualquier asunto. Ni siquiera hablar, rechazo total. Mala imagen para los ciudadanos, que una vez más ve como sus representantes se alejan de la forma de ver las cosas de la calle, y más alas para los salvapatrias que, pese a lo vacío de sus mensajes, siguen cosechando adhesiones de los descontentos que cada vez son más.