Tecnócratas para el PP de León

Si nadie lo estropea, porque en León todo es posible, hoy el ponferradino Eduardo Fernández será elegido presidente del Partido Popular de León y Luis Aznar, secretario general. Se podría decir que la solución provisional se ha convertido en la mejor solución, o dicho de otro modo, que la provisionalidad se convierte en normalidad en el centroderecha leonés. Ha sido Alfonso Fernández Mañueco, secretario general del PP en Castilla y León el que durante la, llamémosle, crisis Púnica, propuso a Fernández como la mejor opción de lo que se barajaba. ¿Y qué se barajaba? De todo, pero al final, lo menos traumático por rápido.

A nadie se le escapa que existe una dilatada experiencia y comunicación entre Mañueco y Fernández. Ambos mantuvieron altos cargos en la Junta de Castilla y León y en el propio partido, cada uno a su nivel. Se podría decir que el berciano es un hombre de confianza del salmantino. Pero lo cierto es que también de Herrera, puesto que ha sido el único en la historia que ha sido por dos veces delegado de la Junta en León. Formado desde la base, Eduardo Fernández ha recorrido todos los escalafones habidos en el PP hasta llegar a obtener el acta de diputado nacional, cargo, por otra parte, de donde al parecer ha encontrado la ubicación con la que más se siente a gusto. Cerca de la alta política nacional e interlocutor con cargos y autoridades provinciales. De los mejor formados académicamente, con experiencia y fidelidad al PP por encima de personalismos. Un superviviente nato. Cara y voz para los difíciles momentos que está pasando el PP leonés. Su principal misión es ir desmontando la estructura orgánica de una época, la de Isabel Carrasco, que toca a fin. Para ello se sabe apoyado «por arriba». Luis Aznar, siempre ahí pero en un segundo plano, proviene del CDS, algo que nunca se olvida porque él lo recuerda como principal conductor de esas huestes al PP. También ha ocupado muchos cargos en la Junta y el PP. Actualmente, como senador, recobra un tanto el protagonismo interno. Se impone el perfil medio, buenos expedientes y resolutivos.