entrevista
Joaquín Díaz: «Todos los pueblos tienen solución y se puede vivir en ellos»
Joaquín Díaz cree que la vida en los pequeños municipios aún es posible
-¿Cómo interpreta la despoblación de nuestros pueblos?
-Siempre he ido en contra de la despoblación rural, he predicado con el ejemplo y me he venido a un pueblo. Creo que todos los pueblos tienen solución. Están sufriendo errores continuados, sobre todo de una época industrial que anunciaba un progreso a través de la industria y se cargó un montón de cosas necesarias. Algunas tenían mucho que ver con la artesanía, con esas pequeñas empresas que se han ido hundiendo, por las cargas fiscales. Es el resultado de una política que consideraba que no había posibilidades económicas si no vivías en una ciudad. Todo lo que nos dijeron en los años 60 y que uno acaba por creérselo.
-¿Hay solución?
-Yo creo que sí porque aquí en Urueña vivimos mucha gente que nos hemos venido porque pensamos que podemos estar en un pueblo, aunque puedes tener más dificultades porque no se solucionan aspectos prácticos que tendrían que tener otro enfoque.
-Pero es difícil para una familia ir a un pueblo sin colegio o centro médico
-Es evidente que la sanidad tiene mucha importancia pero tampoco pasa nada porque uno no vaya todos los días al médico, porque el centro médico siempre está próximo. Y en cuanto a la escuela, no acepto que tenga que haber un número mínimo de niños. Lo cierto es que los primeros que abandonan el barco son el maestro, el secretario, el cura y el alcalde, que no viven en el pueblo. Son los primeros que han provocado que el pueblo no tenga importancia porque la gente que cuidaba de que no se deshiciera no vive aquí.
-La labor de la Junta de reordenar el territorio ¿tendrá efecto?
-Yo creo que la gente se iría igual porque la propaganda ya está hecha. Ha sido lo que han estado haciendo los labradores. Yo les digo que con una empresa que tienen de 600 años, como puede ser su explotación agraria, por qué quieres que tu hijo estudie derecho. Que estudie agricultura y mejore tu capacidad. No obstante, ahora alguna luz hay pero no hemos creído en nuestras propias posibilidades. Lo que habría que hacer es potenciar a los pocos que se quedan para que no se sientan desamparados.
-¿Usted se cree Castilla y León?
-La Castilla y León de hoy es un invento administrativo y como tal me lo tengo que creer porque dependo en muchos casos de esa estructura que se ha creado. Yo creo en Castilla, en León, en las comarcas, en las provincias, que tienen una importancia enorme. La provincia ha sido el órgano vital para la sociedad, no ya desde la división de Javier de Burgos, sino mucho antes. Eso no se puede cambiar de la noche a la mañana ni se puede pretender que alguien crea en algo y lo apoye emocionalmente, porque es un invento actual.
-Lo cierto es que el no tener conciencia autonómica nos perjudica
-Tal y como las cosas están estructuradas, si quienes deciden nuestra vida económica son los consejeros de economía, pues sí. Pero al final quien te va a perjudicar o beneficiar es el alcalde de tu pueblo, que es el que va a conseguir que tú tengas esas mejores posibilidades más cercanas a la vida diaria, aunque si a él la consejera no le da dinero.... Al final son 17 autonomías las que controlan y deciden.
-Ha recorrido más de un millón de kilómetros por toda Castilla y León. ¿Con qué imagen se queda?
-Es muy difícil porque en cada visita a cada pueblo, con cada conversación, me quedo con algo. La vida se va haciendo de pequeños minutos de conversación y de trabajo. Siempre encontraremos a una o dos personas más concienciadas que las demás, que son las que mueven el pueblo: la cantora de la iglesia, la que cantaba romances…