el callejón del gato
Santa Teresa
La cultura se define con múltiples acepciones y se identifica, con reduccionismo, con las letras, las artes o las humanidades; sin embrago, en un sentido amplio se entiende como acumulación de saberes y tradiciones, que contribuyen a forjar la idiosincrasia de un pueblo, a mejorar las relaciones humanas y a sentar las bases para la adquisición de futuros conocimientos. En la vida de los pueblos existen raíces, hitos históricos o figuras señeras que conforman la identidad cultural. En España, una tradición cristiana (no confundir los valores culturales del cristianismo con el confesionalismo) y figuras como santa Teresa, entre otras personalidades y substratos culturales, cincelan nuestras señas de identidad. Teresa de Jesús, mañana se celebra su festividad, destaca como mujer, escritora y mística, fue portadora de un carisma que llevó por los caminos a sus palomares, y es doctora de la iglesia por la profundidad antropológica de su pensamiento.
Su vida y su fe se encontraban unidas, por ello no se entiende que la Comisión del V Centenario, en los actos conmemorativos, pretenda desgajarlas y suprima referencias religiosas, como las tres Misas previstas cuando la Eucaristía impulsaba su existencia. No quiero creer que al decidir la mutación de Teresa de Jesús en Teresa de Ahumada, como ha apuntado Sanjuan el Presidente de la Comisión, se piense en lo políticamente correcto en año electoral; por el contrario parece una manifestación más del pensamiento líquido, que se instala en la sociedad española contemporánea y que no dejará rastro cultural. La decisión desvirtúa la conmemoración, falsea una historia e identidad cultural, al tiempo que dificulta la venida de Francisco ¿a presidir un congreso de Literatura?