Miguel Guerra: «Bermúdez ha sido siempre el auténtico baluarte de Willy García»
Ante la caída en desgracia del exdirector de la TV pública, el que fue el consejero con mayor antigüedad no se sorprende «en absoluto» lo que está sucediendo
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Trece años permaneció en el Consejo de Administración del ente público Radiotelevisión Canaria (RTVC) Miguel Guerra , que asumió su responsabilidad cuando los de Román Rodríguez militaban en Coalición Canaria (CC) y hoy, igual que el expresidente, es parte de Nueva Canarias (NC). Durante esos trece años ha visto de todo, pero nunca como en la época de Guillermo «Willy» García , hoy imputado por varios presuntos delitos que se investigan de su gestión.
—¿Confirma sus sospechas acerca de lo que pasaba en la tele? —Y no me sorprende. Voy viendo todo como una «muerte anunciada» para algunos que estuvimos mucho tiempo en el ente y que vivimos toda la etapa de Willy García. He estado en la época de Paco Moreno, Santiago González y Daniel Cerdán. Cuatro directores, desde 2001 hasta 2014, en que presenté mi renuncia y «denuncia», porque así titulé mi escrito al Parlamento, donde argumentaba las razones y explicaba todo esto que pasaba ahí.
—¿Por qué lo dejó? —Ese Consejo ya no era operativo ni desde el punto de vista legal, algo que dijo claramente Martín Orozco, letrado que fue jefe de los servicios jurídicos del Gobierno de Canarias y que lo era también del Consejo. Un informe que hizo, a partir de una sentencia de 2014, en febrero, alerta de cómo es que se pueden tomar decisiones con un consejo de administración elegido por el Parlamento donde Willy se atrevía a votar en votaciones en las que no tenía por qué participar. O sustituía a José Manuel Bermúdez o a Marcos Brito (ambos de CC) como consejeros, asumiendo una función que no le correspondía al no haber sido elegido por el Parlamento. Él solo podía ser el secretario del consejo, por ser el director, el único cargo que había sido designado por el Gobierno, como lo indicaba la ley anterior.
—A usted nunca le gustó como director. —Desde el minuto 1 mi voto siempre fue en contra de que lo nombrasen, pese a que la opinión de los consejeros no era vinculante para su designación.
—De modo que no le extraña su situación judicial. —En absoluto. Recordemos aquel informe de la Audiencia de Cuentas , que salió en borrador primero y trataron de minimizarlo después, al decir que eran cosas «subsanables, meros fallos administrativos». Pero la contundencia de aquel informe se está viendo ahora en esta instancia judicial, porque ahí vemos, por ejemplo, que tenía razón la Audiencia cuando decía que no se cumplía la ley de contratos de la administración, ni los principios de libre concurrencia, etc etc. Y hubo reuniones del consejo, con el letrado Martín Orozco, en las que Willy se mostraba simulando un propósito de enmienda , afirmando que a partir de ese momento se iban a cumplir las consideraciones de la Audiencia de Cuentas.
—¿Quién solicita a la Audiencia esa fiscalización? —Fue un acuerdo entre quien le habla, los consejeros del PSOE y la diputada socialista Gloria Gutiérrez. Fue después de reuniones del Consejo en que le decíamos: «Usted no ha entendido lo que es una empresa pública ni un servicio público, con sus mecanismos de fiscalización del gasto, como este Consejo».
—Al final, hasta los de CC en el Parlamento lo reprobaron. —A ver si en la historia reciente de la democracia hay un ejemplo como el que hubo aquí, cuando todos los grupos políticos afearon la conducta del director general de la TV por su comportamiento chulesco e insolente. Ojalá hubiese habido una cámara aquellos días para que se pudiera ver la actitud con que llegaba él a esa comisión.
—Como diciendo «a mí no me van a decir qué es lo que tengo que hacer». —Hombre, si solo fuese eso... Era peor. No contestaba ni entregaba ningún contrato de los solicitados. Tuve que pedir por escrito las cosas porque no me las daba. Y ni aun así.
—Al margen de toda esta investigación policial, hay que tener en cuenta el aspecto político. —Por supuesto. ¿Quién puso ahí a Willy García? ¿quién lo mantuvo? ¿y quién lo defendió? Fueron Paulino Rivero, Javier González Ortiz, consejero del que instrumentalmente dependía el ente , y por supuesto, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez , que ha sido el auténtico baluarte, la defensa de Willy García durante todos los años de su gestión. Esto es algo que no se dice, pero fue él.
—Es que eso no se dice, normalmente. —No se dice, pero fue así. Marcos Brito (CC), el exalcalde del Puerto de la Cruz, jugaba un papel según los conflictos internos que tuviese en cada momento con su partido. Bermúdez (CC) se va del ente público diciendo «adiós, muy buenas» y sin explicar nada a nadie. ¿Y eso qué es? Yo me pregunto si había algún motivo. Y me respondo que Bermúdez veía que su candidatura a alcalde podía estar en riesgo si seguía apoyando a Willy y entonces se alinea con los nuevos.
—Es un portazo al paulinismo el que da. —Es un portazo en tanto y en cuanto compañeros periodistas suyos como los del sindicato Upcc piensan que Bermúdez se dio cuenta de lo que podía pasar allí y por eso se marchó. Es una hipótesis, además, de tipo político, no se olvide de que en algún momento se hablaba de que Willy podía ir en las listas al Ayuntamiento de Santa Cruz...
—¿Por qué habla de Bermúdez? —De los tres consejeros de CC, el que pesaba más y tomaba las decisiones era Bermúdez, era el que mandaba a votar esto o aquello a los otros dos. Los otros dos no pesaban nada, más allá de algún calentón circunstancial de Brito.
—Ahora parece estar todo centrado en lo de Paco Padrón y Amanecer Latino. Pero puede haber más. —No recuerdo con precisión, pero en el período que estudia de cuatro años la Audiencia de Cuentas se firmaron unos 500 contratos, aunque la Audiencia estudie algo más de cien, como muestra. ¡Y en esa muestra encontró lo que encontró! Recordemos que el presidente Paulino Rivero, cuando se conoce el borrador del informe de la Audiencia de Cuentas, se atrevió a decir que Willy García terminaría la legislatura con él, después de todo lo que había pasado en el Parlamento.
—O los contratos con McKenzie Music para aquel «Plan 7». —Por ejemplo. Se trataba de una empresa de eventos que no tenía nada que ver con el sector, pero que gracias a Willy García termina haciendo un montón de programas. Es solo un ejemplo de que hay muchos otros contratos de los que cabe dudar, no solo estos que investigó la Policía.
—La directora financiera dijo esta semana que se ajustaban a la legalidad. —La señora Lourdes Reyes no puede decir que ese era un modo de proceder, un «contrato tipo»... Un momentito. Yo recuerdo la forma en que lo hacía Paco Moreno y no tenía nada que ver su manera de proceder con lo que ha hecho este señor. Ni lo de Santiago González.
—¿Y Daniel Cerdán, ahora comisionado de la Transparencia? Aparece implicado por Lourdes Reyes. —Es un señor de unas características muy peculiares. Un perfil que no tiene nada que ver con sus predecesores. Como periodista, trabajó con Coalición Canaria en el Cabildo de Tenerife, en la Presidencia de Gobierno, siempre con Adán Martín... Es un señor que en algunas cosas no se sabe si es así... opaco. En fin...
—La declaración de Lourdes Reyes lo señala como el que inició el trámite para el contrato con Paco Padrón. —No solo la declaración de Reyes, también esa carta que consta en el sumario, donde él anuncia que le van a dar más contratos a Paco Padrón.
—Pero ahora Reyes se defiende. —Antes la defendían otros. Cuando llegaba el cierre de las cuentas, se le llamaba y solo veíamos opacidad, colaboración con la dirección y no con el Consejo. Recuerdo a algún consejero de CC diciendo: «No presione usted a la señora Reyes». El que le habla no aprobó ninguna de las cuentas de Willy García.
—Y ahora el consejo rector nuevo sí se las aprobó... —Eso es de locos, no, más que de locos. El único que votaba en contra era yo, y el PP en los últimos años. Piense que las cuentas de 2012 fueron suspendidas, porque fuimos cuatro votos contra tres y eso que se contó el voto de García, que no correspondía. Él votándose a sí mismo... Era entonces cuando salía Bermúdez y decía «ya verán ustedes que aquí no hay absolutamente nada». Ya uno está mayor para que le tomen el pelo.
—Sin embargo y pese a todos estos roces, la gestión de Willy García nunca reconoció freno alguno, una actitud que se notaba en el Parlamento, en el Consejo y en la forma que seguía contratando programas. —Pensemos que García, cuando acababa de salir el escandaloso informe de la Audiencia de Cuentas suscribe un contrato de 13 millones de euros para el transporte de la señal de la TDT y de las radios. Era un contrato plurianual, ¿usted me va a decir que nadie sabe nada de eso, que Willy García actúa solo? O cuando para cuadrar las cuentas del ente, se transferían fondos de otras partidas, de la Aciisi . No digo que no sea legal, pero normal tampoco lo es. Y lo hicieron varios años, muchos millones de euros. ¿Es eso normal? Algo tendrá que decir sobre esto el señor González Ortiz, el señor Rivero y el señor Bermúdez.
—¿Por qué cree que ha tardado tanto en salir a la luz? —Sobre esto hay que hacer una reflexión... En Tenerife, los sectores dirigentes son de una manera. Para que algunas cosas salgan a la luz... tienen que ser muy gordas, ¿eh? Todo el mundo sabe de qué no se puede hablar. ¿Por qué ha tardado tanto en sustanciarse esto? Allí se tiene mucho cuidado en publicar qué cosas y cuándo.
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